Las CTA y el moyanismo presionan a la CGT para que anuncie un paro
Yasky y Micheli quieren un paro antes del 13 de junio. El jueves se reúne la central obrera en Azopardo.
Un Plenario realizado este lunes de manera conjunta por las CTA de los Trabajadores, que dirige Hugo Yasky, y la Autónoma, que conduce Pablo Micheli, congeniaron en armar un "único y contundente paro general antes del 13 del junio". El "único y contundente" refiere a poner forceps so- bre la CGT para que este jueves salga de la reunión de Consejo Directivo el llamado a un paro. Aunque se repelen como imanes, se escucha, en este caso y de ambos lados, que "hay muchos motivos para tomar una medida". Como el acuerdo con el FMI, el veto tarifario y las paritarias cerradas a la baja con una economía planchada con altos índices de inflación.
Se descarta que este jueves los más proclives a tomar una medida de fuerza dentro de la primera quincena de junio serán gremios moyanistas como Camioneros, Canillitas, Peajes, Calzado y Ceramistas. Se podría considerar en esta posición al triunviro Juan Carlos Schmid por la definición que tiró este viernes en la Marcha Federal: "Va a haber un paro ge- neral. Lo vamos a terminar de definir este jueves pero calculo que será para este mes de junio”. La incógnita es si para principios o fines de mes.
Otros sectores más dialoguistas, como los Gordos e Independientes, estarían enfilados a estirar el compás de espera y la negociación. Sin embargo, podría alterar el balancín e inclinarlo a un plano de confrontación si en la segunda reunión paritaria del gremio UPCN que se realiza hoy, no hay mejoras en la oferta salarial. La semana pasada Andrés Rodríguez, el secretario adjunto de la CGT y titular del gremio de los estatales UPCN, se fue con una oferta que calificó de "insuficiente e incompleta". El Estado, en su calidad de empleador, les ofreció un 12% de suba salarial, a pagarse en tres tramos de 4% cada uno, para aquellos sueldos brutos de hasta $30.000. En tanto, para aquellos que cobren entre 30 y $100.000 brutos, se les ofreció una suma fija de $4.500. Finalmente, para sueldos superiores a $100.000, cero aumento.
Pese a la presión externa e interna del moyanismo, la CGT se mueve con cautela: no quiere ser el hazmerreír de esta cruzada. Es que no quiere repetir la foto del 17 de diciembre cuando a la mañana y en plena gesta anti Gobierno por la reforma previsional, lanzaron un paro que comenzaba al mediodía, con toda la gente ya en sus trabajos, y garantizando el transporte hasta entrada la noche para que pudiera la gente volver a sus casas. Tampoco nunca quedó claro si el pa- ro duró 12, 18 o 24 horas.
"Es complejo armar un paro", se excusa un asesor rememorando aquella fecha y en nombre de su jefe sindical. Agrega: "Los que agitan un paro no saben lo que cuesta organizarlo y coordinarlo". Una velada crítica hacia el sector de la CTA y de la Corriente Federal que conduce Sergio Palazzo y quien se viene mostrando con Pablo Moyano, Yasky y Miceli.
En ese tren de no pisar lodo y caminar sobre seguro es que distintos dirigentes de la CGT se reunieron ayer con las regionales: fue para tomar el pulso de lo que pasa en el interior. Y este martes, será el turno de que Miguel Pichetto junto a una comitiva de senadores del PJ visiten la Central obrera. Analizarán la situación económica y social y también hablarán de peronismo.
Ayer hubo un encuentro de gremios industriales en Azopardo, reunión de la que participó Antonio Caló.
Por lo que reconstruyó este diario, se habló del adverso clima económico y social dentro de las industrias nacionales. Otro sector que mete presión a la reunión de este jueves del consejo directivo. ■