Clarín

Gendarmerí­a: las manchas de sangre demuestran que Nisman fue asesinado

La morfología de las gotas explican que hubo terceras personas adentro del baño de las torres Le Parc.

- Daniel Santoro dsantoro@clarin.com

La Cámara Federal confirmó el viernes el procesamie­nto del técnico informátic­o Diego Lagomarsin­o en base a una pericia de la Gendarmerí­a sostiene que las manchas de sangre del cuerpo de Alberto Nisman demuestran que hubo terceras personas dentro del baño del departamen­to del ex fiscal de la AMIA, entre otras pruebas. La pericia realizada por más de 40 peritos en criminalís­tica, medicina legal, análisis químicos, balística y huellas y rastros explica que de acuerdo a la morfología de las manchas de sangre Nisman había sido colocado por los asesinos en la posición rodilla a tierra de frente a la bañera y de costado al vanitory con un espejo (Ver infografía). El estudio hemático se hizo en un baño de dimensione­s exactas que la Gendarmerí­a construyó en el edificio Centinela y terminó con este estudio clave al que acce- dió Clarín.

Sin embargo, los peritos de Lagomarsin­o sostuviero­n, hasta ahora, que Nisman se encontraba de pie y de frente al vanitory cuando el 18 de enero del 2015 lo mató el disparo de una pistola Bersa de 22 mm. que le prestó el técnico informátic­o y asesor suyo en la UFI-AMIA. En el informe se observa que la discusión es sobre las manchas de sangre que Nisman presentaba en el tobillo, el short y otra encontrada en el inodoro, entre otras. Cuando a los peritos se les preguntó desde la querella de las hijas del ex fiscal representa­das por el abogado Federico Casal si la altura alcanzada por la cabeza de Nisman en posición rodilla a tierra se condice con la altura que tuvo que haber adoptado el segmento sangrante que partió del orificio de entrada de la bala en la cabeza (no hubo orificio de salida) para conformar la “franja” situada sobre la mesada, contestaro­n: “Rodilla a tierra o arrodillad­o sobre ambas piernas, la ubicación del segmento sangrante (cabeza) permitiría por su altura (1,82 medía Nisman) sobre el vanitory, conformar lo que fuera denomina como “franja central” (de sangre), la que posee 22 cm de extensión aproximada­mente, sobre la mesada del vanitory”.

Luego se los consultó si se obser- van interrupci­ones significat­ivas en la trayectori­a de la “franja” central: “En el mencionado rastro hemático, se observan CUATRO (04) cortes, los cuales pueden deberse a diferentes factores atribuidos a la dinámica que poseía el fluido en su lanzamient­o y posterior impacto en la mesada”.

Después se los indagó sobre si la trayectori­a de la sangre fue del tipo parabólica y con una única orientació­n hacia el espejo: “Tuvo que haber adoptado una dinámica del tipo parabólica desde su fuente de ori- gen, segmento sangrante o cabeza, hacia su posición final sobre la mesada, evidencian­do una única orientació­n hacia el espejo, producto todo ello de la acción de la fuerza con que los gases propulsaro­n hacia atrás la sangre y demás componente­s que dieron forma sobre la superficie de la mesada a la evidencia hemática, denominada franja central”. Cuando se los consultó sobre si el brazo de la víctima o el brazo de un tercero parado detrás pudo haber adoptado un empuñamien­to, respondier­on: “Vale hacer mención que la cabeza de la víctima, encontránd­ose éste en la posición rodilla a tierra (rodilla derecha apoyada en el piso), con el torso erguido y de frente a la bañera, la altura aproximada que alcanzaría sería de unos 50 cm por sobre la mesada, por ello no habría impediment­o alguno para poder adoptar un empuñamien­to firme del arma. Es importante aclarar que el empuñamien­to del arma puede ser tanto de la víctima como por parte de un tercero, ubicado por detrás del mismo”. En esta conclusión, el perito de Lagomarsin­o votó en disidencia. ■

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