Gendarmería: las manchas de sangre demuestran que Nisman fue asesinado
La morfología de las gotas explican que hubo terceras personas adentro del baño de las torres Le Parc.
La Cámara Federal confirmó el viernes el procesamiento del técnico informático Diego Lagomarsino en base a una pericia de la Gendarmería sostiene que las manchas de sangre del cuerpo de Alberto Nisman demuestran que hubo terceras personas dentro del baño del departamento del ex fiscal de la AMIA, entre otras pruebas. La pericia realizada por más de 40 peritos en criminalística, medicina legal, análisis químicos, balística y huellas y rastros explica que de acuerdo a la morfología de las manchas de sangre Nisman había sido colocado por los asesinos en la posición rodilla a tierra de frente a la bañera y de costado al vanitory con un espejo (Ver infografía). El estudio hemático se hizo en un baño de dimensiones exactas que la Gendarmería construyó en el edificio Centinela y terminó con este estudio clave al que acce- dió Clarín.
Sin embargo, los peritos de Lagomarsino sostuvieron, hasta ahora, que Nisman se encontraba de pie y de frente al vanitory cuando el 18 de enero del 2015 lo mató el disparo de una pistola Bersa de 22 mm. que le prestó el técnico informático y asesor suyo en la UFI-AMIA. En el informe se observa que la discusión es sobre las manchas de sangre que Nisman presentaba en el tobillo, el short y otra encontrada en el inodoro, entre otras. Cuando a los peritos se les preguntó desde la querella de las hijas del ex fiscal representadas por el abogado Federico Casal si la altura alcanzada por la cabeza de Nisman en posición rodilla a tierra se condice con la altura que tuvo que haber adoptado el segmento sangrante que partió del orificio de entrada de la bala en la cabeza (no hubo orificio de salida) para conformar la “franja” situada sobre la mesada, contestaron: “Rodilla a tierra o arrodillado sobre ambas piernas, la ubicación del segmento sangrante (cabeza) permitiría por su altura (1,82 medía Nisman) sobre el vanitory, conformar lo que fuera denomina como “franja central” (de sangre), la que posee 22 cm de extensión aproximadamente, sobre la mesada del vanitory”.
Luego se los consultó si se obser- van interrupciones significativas en la trayectoria de la “franja” central: “En el mencionado rastro hemático, se observan CUATRO (04) cortes, los cuales pueden deberse a diferentes factores atribuidos a la dinámica que poseía el fluido en su lanzamiento y posterior impacto en la mesada”.
Después se los indagó sobre si la trayectoria de la sangre fue del tipo parabólica y con una única orientación hacia el espejo: “Tuvo que haber adoptado una dinámica del tipo parabólica desde su fuente de ori- gen, segmento sangrante o cabeza, hacia su posición final sobre la mesada, evidenciando una única orientación hacia el espejo, producto todo ello de la acción de la fuerza con que los gases propulsaron hacia atrás la sangre y demás componentes que dieron forma sobre la superficie de la mesada a la evidencia hemática, denominada franja central”. Cuando se los consultó sobre si el brazo de la víctima o el brazo de un tercero parado detrás pudo haber adoptado un empuñamiento, respondieron: “Vale hacer mención que la cabeza de la víctima, encontrándose éste en la posición rodilla a tierra (rodilla derecha apoyada en el piso), con el torso erguido y de frente a la bañera, la altura aproximada que alcanzaría sería de unos 50 cm por sobre la mesada, por ello no habría impedimento alguno para poder adoptar un empuñamiento firme del arma. Es importante aclarar que el empuñamiento del arma puede ser tanto de la víctima como por parte de un tercero, ubicado por detrás del mismo”. En esta conclusión, el perito de Lagomarsino votó en disidencia. ■