Avanza la final a un solo partido y Lima arrancó con ventaja
La idea se aprobó el 23 de febrero en Punta del Este, en una reunión del Consejo Directivo de la Conmebol. Allí, los principales dirigentes del fútbol sudamericano acordaron que, al estilo de la final de la Liga de Campeones de Europa, la próxima final de la Copa Libertadores, en 2019, se dispute en un único partido y en cancha neutral. Una iniciativa que despertó polémicas e incógnitas en mu- chos de los que aman el torneo más apasionante del continente. Hasta ahora no hay definición sobre la sede inicial, aunque hubo tres ciudades que enviaron representantes a esta ciudad para mostrar su interés y postularse: Lima, Belo Horizonte y Quito.
Los limeños corren con ventaja porque ofrecen dos escenarios: el estadio Nacional y el Monumental. Además, la Conmebol se inclinaría por no elegir estadios ni de Brasil ni de Argentina. Para Quito, la desventaja es la altura: 2.600 metros. La se- de se definirá en noviembre.
Para convencer a los clubes de los beneficios de una sede única se incrementarán los premios a los finalistas. Hasta ahora el campeón recibía 6 millones de dólares, y 3 millones eran para el subcampeón, y ambos se quedaban con la recaudación que obtenían cuando eran locales. Con el nuevo esquema, además de estos premios, cada equipo que llegue al partido decisivo sumará 2 millones de dólares netos a su tesorería y recibirá el 25 % de lo que se recaude. ■