El endoscopista de Pérez Volpin dice que él no falló
Según su testimonio, no perforó ningún órgano. Y sembró dudas sobre la anestesióloga.
El médico gastroenterólogo Diego Ariel Bialolenkier, que le hizo la endoscopia a Débora Pérez Volpin en el Sanatorio La Trinidad de Palermo el día que murió, declaró ayer a la mañana en el Juzgado Criminal y Correccional número 57. Según pudo saber Clarín de fuentes de la investigación, el médico negó haber cometido errores durante el procedimiento que le practicó a Pérez Volpin. “Yo no la perforé, no le cometí error alguno”, dijo entre otras cosas. El endoscopista consideró que lo que hizo estuvo bien y le atribuyó la responsabilidad de lo ocurrido a la anestesista.
Luego siguió: “No tengo conocimiento de que la haya perforado. Le insuflé el aire que sale del endoscopio y no se puede regular. Es la cantidad mínima”. Y además habría agregado que no podía explicar como el aire le llegó hasta el cerebro a la paciente.
A cuatro meses de la muerte que conmocionó al país, Bialolenkier ingresó a las 8:30 junto a su abogado defensor, Roberto Churba. Permanecieron en el edificio ubicado en Lavalle al 1600 hasta las 12 del mediodía y se negaron a hacer declaraciones a la prensa. De la indagatoria participaron el juez Carlos Bruniard y la fiscal Nancy Oliveri.
Diego Pirota, abogado querellante, opinó que el endoscopista “en su de- claración recrea algo que no sucedió. Él cuenta lo bien que habría hecho las cosas, sin responder cómo fue posible que habiendo hecho todo tan bien, una paciente que se encontraba sana, y a partir de su proceder, en menos de tres minutos empezara a cursar un paro cardiorespiratorio”. Y agregó: “Pretendió recrear una ilusión de lo que no sucedió. En la causa está acreditado que tanto él como la anestesista contribuyeron en la muerte de Débora”.
Hoy declarará la anestesista Nélida Inés Puente. Son las dos únicas personas citadas a declarar en la cau- sa que investiga el fallecimiento de la periodista y legisladora.
Los abogados querellantes apuntan a la responsabilidad de ambos profesionales. Señalan que cometieron un “homicidio culposo”, que incluye negligencia e impericia en el arte de curar. Creen que, como médicos, no actuaron como debían actuar. En caso de comprobarse su culpabilidad, tanto Bialolenkier como Puente podrían recibir una pena de hasta 5 años de prisión y hasta 10 años de inhabilitación.
Según el informe final de la autopsia que se dio a conocer el 11 de abril, la ex legisladora murió por “una perforación instrumental en su esófago” producida por el endoscopio. Aunque sucede con poca frecuencia, la perforación es uno de los riesgos probables del estudio. De surgir esta complicación, los médicos deben actuar en un “minuto de oro”.
La abogada querellante Deborah Lichtmann explicó a Clarín que cuando Bialolenkier ingresó para hacer el estudio, “una de las primeras cosas que hace es perforar, posiblemente porque no ve o porque no se distendía. Las lesiones son contusas, como golpes, hechos a la fuerza”.. ■