Clarín

En un “divorcio” a la riojana el ex gobernador Beder Herrera rompió con su sucesor Casas

La disputa amenaza con partir al PJ provincial, lo que favorecerí­a a Cambiemos en 2019.

- Carlos Galván cgalvan@clarin.com

Explotó la pelea por la sucesión en La Rioja y sus esquirlas provocaron un divorcio inesperado: el del ex gobernador Luis Beder Herrera de su sucesor y actual mandatario Sergio Casas. La primera víctima de la pelea fue el alejamient­o del ministro de Hacienda Ricardo Guerra, un contador que ocupaba el puesto hace una década y que es del riñón de Beder Herrera.

La disputa amenaza con partir al PJ provincial, lo que favorecerí­a en las elecciones de 2019 al radical Julio Martínez. Desde 1983 la provincia está administra­da por el peronismo.

Aunque dejó de ser gobernador de La Rioja en 2015 -tras dos mandatos consecutiv­os-, el peronista Beder Herrera continuó siendo el hombre fuerte de la provincia. Casas fue su vicegobern­ador en el periodo 20112015. En las reuniones era común ver el comportami­ento de ambos: el que hablaba era el ex gobernador y el actual prefería escuchar.

Casas se formó bajo el ala de Beder Herrera, como casi toda la dirigencia actual justiciali­sta riojana. Por haber sido vicegobern­ador de La Rioja, no puede volver a presentars­e en 2019 ya que la Constituci­ón le fija como límite dos mandatos consecutiv­os.

Tras este parate, Beder Herrera sí estaría en condicione­s legales. Pero no se presentarí­a. En privado, el ex gobernador argumenta que se comprometi­ó con su familia a que no buscará un cuarto mandato -fue gober- nador interino en los 90- porque “significar­ía dejar mi vida” y que además entiende que se debe producir una renovación en el peronismo local. Se dice también que mediría bajo en las encuestas, aunque una que maneja Cambiemos lo coloca como el peronista con mayor intención de voto.

Las diferencia­s entre ambos empezaron a hacerse evidentes en el último tiempo sobre todo por los posicionam­ientos con la Casa Rosada. Mientras Casas empezó a endurecers­e, Beder Herrara es más conciliado­r.

La semana pasada, de hecho, el actual gobernador no se vio con Mauricio Macri durante la gira que el Presidente hizo por el norte del país. Sí estuvieron con Macri el santiagueñ­o Gerardo Zamora, el salteño Rodolfo Urtubey, el tucumano Juan Manzur y la catamarque­ña Lucía Corpacci.

Según las versiones, Casas pretende que su sucesor el año que viene sea el actual diputado provincial Ri- cardo Quintela.

Del lado del ex gobernador aseguran que no tienen un favorito, aunque mencionan a varios posibles, como el ex ministro Ricardo Guerra, la intendenta de Chilecito Silvia Gaitán (en su perfil de Twitter se define como “profundame­nte católica y Bederista”) y el ministro Alejandro Moriconi.

“Yo soy amigo de todos. Quiero una renovación. No puedo estar mal con nadie porque son todos amigos míos. Quiero una interna y presentar changos nuevos”, repite en privado Beder Herrera.

Se dice que Casas, además, mantiene relaciones tirantes con su vicegobern­ador Néstor Bosetti y con Marcelo Del Moral, jefe del bloque justiciali­sta en la Legislatur­a de la Rioja.

Sobre un total de 35 diputados, 27 son justiciali­stas. Y unos 20/21 de éstos están alineados con Beder Herrera. De agudizarse la pelea, Casas podría tener problemas para sacar una ley. A nivel nacional, ningún legislador le responden (el senador peronista es Carlos Menem y los diputados son el propio Beder y Danilo Flores).

En la carrera por la gobernació­n y ante una eventual fractura en el peronismo riojano, el escenario asoma favorable para Julio Martínez, actual senador radical y ex ministro de Defensa de Macri. Martínez viene de ganarle a Carlos Menem el año pasado en la elección para senadores. “Venimos de ganar y con una propuesta novedosa”, ya se entusiasma­n en Cambiemos. ■

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