El G-7, en llamas: “El orden económico mundial está siendo atacado”
Canadá y Alemania anticiparon choques con Estados Unidos por las medidas proteccionistas.
Las potencias nucleadas en el G7 anticipan una cruda batalla en la cumbre del próximo fin de semana que se realizará en la bella ciudad canadiense de Quebec, donde el blanco de las críticas serán las medidas proteccionistas que viene aplicando el estadounidense Donald Trump, algo que irrita particularmente a sus socios a quienes decidió aplicarle aranceles al acero y aluminio.
Durante dos días, viernes y sábado, los mandatarios de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido debatirán sobre el comercio bilateral y los acuerdos que comenzaron a fracturarse ante la ofensiva de Trump.
Uno de los más enfurecidos con el gobierno del magnate inmobiliario es el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. “Habrá conversaciones francas y en ocasiones difíciles en torno a la mesa del G-7, particularmente con el presidente estadounidense, sobre comercio, sobre aranceles”, dijo el dirigente liberal.
Su ministro de Comercio exterior, François Philippe Champagne, fue aún más enfático: “El orden económico mundial está siendo atacado. Continuemos trabajando juntos porque un mundo comercial internacional donde no haya reglas es un mundo donde nadie gana”, advirtió.
La canciller alemana Ángela Merkel también anticipó un escenario difícil en la cumbre de Quebec, que tendrá lugar el viernes y sábado. “Hay un problema serio con los acuerdos multilaterales y, por ello, se producirán discusiones controvertidas”, pronosticó.
Ayer, en una comparecencia en el Bundestag (Cámara baja), Merkel amenazó con no adherir a la declaración final en Canadá si ello significa “diluir los resultados alcanzados el año pasado” en lo que respecta al compromiso fundamental por un “comercio justo y multilateral”, y a la lucha contra el proteccionismo.
La canciller alemana defendió un comercio internacional basa- do en las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y llamó a los afectados por los aranceles estadounidenses a forjar una “posición común” en defensa de sus “intereses”.
Es más, consideró que la Unión Europea debería cooperar con todos los países que mantienen conflictos con EE.UU. en el ámbito comercial, algo que incluiría a naciones como China, inmersa ya en una incipiente guerra comercial con Washington, pero también México y Canadá, a los que el gobierno de Donald Trump ha incluido junto a la Unión en la lista de economías cuyo acero y aluminio está sometido a aranceles punitivos.
Merkel dejó en claro que los dife- rencias con Washington -que no se ciñen a las cuestiones comerciales y abarcan otros asuntos clave como el abandono de EE.UU. del Acuerdo de París contra el cambio climático y el pacto nuclear con Irán- se hablarán abiertamente, como hacen los socios, y auguró conversaciones “difíciles” por la “variedad de disensos”. ■