La UBA crece en los rankings y es alta la brecha con otras universidades del país
Llegó al puesto 73 sobre mil y lidera en la región. Pero advierten que hay un “desbalance poco saludable” en Argentina.
Una buena y una mala noticia. Primero, la buena. Como sucede desde hace cinco años, la UBA volvió a subir en el ranking de universidades QS: quedó en el puesto 73 a nivel global, volvió a ser la primera en la región y ocupó el puesto más alto de Latinoamérica desde que se hace este estudio. La mala es que se amplió la brecha con el resto de las universidades del país y, de acuerdo a los autores del informe, hay un "desbalance poco saludable para el desarrollo económico, cultural y social” del país. Además, dicen, la Argentina produce muchas investigaciones científicas, pero "de poco impacto".
Ayer se conoció la última edición del ranking de la consultora inglesa QS, uno de los tantos que buscan medir la calidad de las universidades. La Argentina ubicó a 15 universidades entre las primeras mil. Después de la UBA aparecen la Austral (367), seguida por la UCA (369), la de Belgrano (384), Palermo (420), ITBA (581-590), San Andrés (591-600) y Nacional de La Plata (601-650), entre las primeras.
Tres de ellas superaron su desempeño con respecto al año pasado, 5 descendieron y 6 se mantuvieron. Sólo se sumó una: la Universidad Nacional del Litoral (801-1000). La UBA se destacó, además, por ser una de las de mayor puntaje en el indicador que mide la reputación de sus graduados por parte de los empleadores.
Como es costumbre, el podio de las cinco mejores universidades del mundo quedó para los Estados Unidos y el Reino Unido. El Massachusetts Institute of Technology (MIT) ocupó el primer puesto, seguido por Stanford, Harvard, Caltech y Oxford. En Latinoamérica se produjo un enroque entre el segundo y tercer puesto. La UNAM, de México (puesto 113) superó a la de San Pablo (118).
A diferencia de otros rankings similares, como el de Shanghai (de China) y el CWUR (de Arabia Saudita, cuyos resultados se conocieron la semana pasada), el QS se caracteriza por asignarle mucho peso a la “repu- tación institucional”, una medida basada principalmente en la percepción de encuestados, que son académicos y personas vinculadas a las empresas y que tiende a beneficiar a las universidades más reconocidas.
Los autores del informe señalaron otra falencia de la Argentina: dicen que las universidades del país producen mucha investigación, pero que no parecen ser muy relevante a nivel global, porque recibe pocas citas de otros investigadores.
“En el caso argentino, vemos la necesidad de que haya un mayor foco en la investigación, pero especialmente en el impacto que producen. Hay evidencia de que el resto del mundo progresa más rápido que Argentina en ese sentido", le dijo a Clarín Martin Juno, analista de QS. "Además, aunque la ciudad de Buenos Aires es muy atractiva para estudiantes de otros países, el nivel de internacionalización promedio de las universidades argentinas es relativamente bajo al compararlo con el estándar mundial”, agregó.
“Sigo manteniendo que estos rankings son relativos y no reflejan el verdadero impacto que genera la universidad pública en la sociedad. Pero todos los toman en cuenta y siempre vamos mejorando. Los buenos resultados de la UBA se deben a nuestras políticas de internacionalización, el énfasis en la investigación científica en áreas estratégicas, la actualización de los planes de estudio y la utilización de nuevas tecnologías en los aprendizajes”, le dijo a Clarín el rector de la UBA Alberto Barbieri.
Y agregó: “Este es un mensaje para la clase dirigente, para que cuando tomen decisiones –sobre todo en estos días- tengan en cuenta la necesidad de sostener la inversión en educación y ciencia. La mejor manera de salir de una crisis es con mayor desarrollo y eso lo da el conocimiento y la educación”.
Barbieri también reclamó por una reciente resolución del Conicet que le quitó plazas de investigadores a las universidades tradicionales, para garantizárselas a las universidades nuevas. “Me parece bien que tengan más investigación, pero no a costas de las tradicionales. Hay que entender que para la UBA, a mediano plazo, esto va a atentar contra la calidad de las investigaciones, que hoy nos ubican bien en rankings como QS”.
Para Julián Rodríguez, rector de la Universidad Austral, el puesto 331 obtenido -segunda en el país y primera de gestión privada -, se debe al “énfasis en la educación personalizada, la buena reputación en las empresas y el esfuerzo económico puesto en investigación”. “Nuestro hospital universitario ayuda a la investigación en Ciencias Biomédicas”, dijo. ■