Guerra sin cuartel entre los hermanos Fujimori
El Congreso suspendió a Kenji. Es parte de una maniobra instigada por su hermana, Keiko.
“Aquí tienes mi cabeza en bandeja”. Con esas irónicas palabras, el popular legislador Kenji Fujimori se dirigió a su hermana y rival, Keiko, cuyo partido impulsó y logró ayer que el Congreso peruano confirmara la suspensión del hijo del ex presidente. El hecho, además de convertirse en otro capítulo del interminable culebrón familiar, sella el cisma en el fujimorismo, pese a los lamentos del patriarca del clan, y podría incluso conducir a que ambos hermanos se enfrenten en las elecciones presidenciales de 2021, algo inédito en Perú.
La suspensión fue aprobada por 58 votos a favor, 7 en contra y 19 abstenciones, dijo el presidente del legislativo, Luis Galarreta, al final de la nueva votación, realizada después de que fuera anulada la efectuada el miércoles por problemas de procedimiento. “Ha sido aprobada la suspensión de sus derechos mientras dure el proceso penal” ante los tribunales, añadió.
Kenji, de 38 años, será investigado por la fiscalía por presunto cohecho y tráfico de influencias, por haber supuestamente intentado comprar votos para evitar que fuera destituido meses atrás el presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien finalmente renunció en marzo tras conceder el indulto a Alberto Fujimori.
Queda pendiente que el Congreso se pronuncie sobre un pedido de desafuero y destitución del hijo menor del ex presidente Fujimori (19902000), lo que podría marginarlo de la contienda presidencial de 2021, en la que aspira a enfrentar a su hermana si no se le inhabilita para postular a cargos públicos.
El benjamín del clan advirtió el miércoles que su suspensión no implica su retiro de la política. Dos legisladores aliados de Kenji, Bienvenido Ramírez y Guillermo Bocángel, también fueron suspendidos tras aparecer con él en unos comprometedores videos grabados clandestinamente por un colega incondicional de Keiko, cuya divulgación precipitó la renuncia de Kuczynski.
Mientras estén suspendidos, sus bancas serán ocupadas por partidarios de Keiko, de 43 años, suplentes en la papeleta electoral fujimorista en 2016. Hace dos semanas, una comisión legislativa controlada por el partido de Keiko recomendó la des- titución de Kenji.
Los hermanos se disputan ferozmente el legado político de su padre, quien fue condenado por crímenes contra la humanidad y corrupción, aunque muchos peruanos lo veneran porque acabó con el terrorismo de Sendero Luminoso y la hiperinflación heredada de Alan García (19851990).
La guerra fratricida no tiene tregua. El quiebre en el fujimorismo comenzó con las gestiones para el indulto al expresidente en diciembre.
Kenji y otros nueve legisladores fujimoristas se abstuvieron en la votación para destituir a Kuczynski, lo que salvó al mandatario y marcó una división en el monolítico partido de Keiko, que buscaba defenestrar al mandatario. Tres días después Kuczynski indultó a Fujimori, algo que fue considerado como pago de un favor a Kenji. Keiko ya fue derrotada dos veces en una presidencial. Su hermano, en cambio, ha sido dos veces el legislador más votado. ■