Islandia mostró debilidades que ratifican que no es ningún cuco
Se repliega bien y tiene altura en defensa. Le cuesta asumir el protagonismo. En los últimos 4 partidos no ganó.
A Islandia, primer rival de Argentina en Rusia, hay que respetarlo como se debe respetar a todos los equipos de fútbol. Pero se dijo y se repite: no son cucos. Y bastante más: el conjunto que comanda Jorge Sampaoli no debería tener problemas para derrotarlo. Ayer, en Reikiavik, no pasó del empate 2-2 ante Ghana, elenco que no se clasificó al Mundial. Así, los europeos llegarán a la cita mundialista sin victorias en sus últimos 4 juegos: perdieron ante México (0-4), Perú (1-3), Noruega (2-3) e igualaron ayer.
Empezó ganando Islandia con su arma principal: el juego aéreo. Johann Berg Gudmundsson es un zurdo interesante que juega de volante por derecha y es el encargado de las pelotas paradas. Un córner ejecutado por él encontró la cabeza solitaria del zaguero Kari Arnason (1,92 metros) para el 1-0. El segundo grito llegó después de una linda jugada colectiva dirigida por la figura Gylfi Sigurdsson, mediocampista del Everton. Entre un gol y otro, Islandia mostró su mejor cara. Maneja la pelota con criterio y paciencia; con lentitud busca sumar gente en ataque.
En el segundo tiempo el equipo escandinavo evidenció sus flaquezas. Y hay que decirlo sin soberbia: fueron muchas. Le cedió todo el protagonismo a Ghana, se protegió, pero le generaron varias situaciones de gol. Kasim Nuhu y Thomas festejaron para los africanos.
Los apuntes para Sampaoli que se desprenden del juego contra Ghana son variados. Es verdad que se repliegan bien y que tienen altura; no es cierto que son buenos contragolpeadores. Islandia no tiene velocidad ni fineza en los pases largos. Y la cancha, por varios pasajes, le queda demasiado grande: entre el centrodelantero y el arquero no existen más de 25 metros.
Entrarle por arriba será complejo. Se presume que los zagueros argentinos y el mediocampista central van a manejar la pelota con comodidad. Los laterales podrán estar bien altos, para generar espacios, por la poca peligrosidad de las réplicas. El juego asociado en corto y la movilidad de los atacantes serán la clave. También los remates de media y larga distancia.
Una idea saludable sería, en algunos tramos del juego, cederle el protagonismo a Islandia para que avance en bloque: es decir, no presionar. Por lo que se observó ante Ghana, la defensa escandinava sufre cuando tiene que correr para atrás.
Se terminó la preparación para Islandia y la certeza de equipo durísimo quedó en duda. Será complejo, claro, pero está un par de escalones por debajo de Argentina. ■