La oscura historia de la isla de Sentosa, escenario de la cumbre
Nombre. Hasta 1830, era llamada “la isla donde la muerte venía desde atrás”. Tuvo piratas, derramamiento de sangre y fue campo de concentración en la II Guerra.
Cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se reúnan por primera vez en Singapur hoy lunes por la noche (hora de la Argentina), lo harán en una isla que oculta una oscura historia. Sentosa, situada a 500 metros al sur de tierra firme de Singapur, es una isla de exuberante vegetación que acoge hoteles de lujo, campos de golf, un casino y un parque temático de Universal Studios, además de las viviendas de algunos de los más ricos del mundo, con un puerto de yates de lujo y mansiones frente al mar de decenas de millones de dólares.
Sin embargo, esta imagen tropical de la isla de 500 hectáreas, a la que se accede por una sola carretera y que ofrece aislamiento y privacidad facilitando la seguridad y el corte del tráfico para la cumbre, tiene en el pasado una historia de sangre.
Hasta 1830, la isla era conocida por el nombre en malayo que le dieron sus habitantes nativos, “Pulau Belakang Mati”. Aunque hay variantes del significado en inglés, una de las traducciones más aceptadas en la región es “la isla donde la muerte venía desde atrás”.
Los historiadores difieren sobre el origen del nombre, pero algunos especulan que podría referirse a los días de piratería, saqueos y derramamiento de sangre que tuvieron lugar cerca de sus aguas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas de ocupación japoneses lo utilizaron como campo de prisioneros británicos y australianos tras la rendición de las fuerzas aliadas en 1942. Sus playas se convirtieron entonces en escenario de ejecuciones masivas, muchos de ellos chinos de Singapur ultimados por sospechas, con frecuencia arbitrarias, de llevar a cabo actividades antijaponesas.
En 1972, el Gobierno de Singapur decidió un nuevo inicio para la isla, impulsando su desarrollo para el tu- rismo y rebautizándola como Sentosa, que en lengua malaya se refiere a estado de “paz y serenidad”.
Casi 1.000 millones de dólares de inversiones públicas y privadas se inyectaron al proyecto de convertir la isla en lo que es hoy. Una de sus atracciones es el hotel Capella, que albergará el histórico encuentro.
Diseñado por el arquitecto británico Norman Foster, el hotel se sitúa en un edificio colonial restaurado que solía albergar a miembros del Ejército británico, en medio de una verde vegetación.
Una web de reservas cifra el precio de una habitación en ese hotel en hasta 600 dólares de Singapur (450 dólares estadounidenses) y la villa más cara con vistas al mar en 11.000 dólares de Singapur.
Por contar con una reputación basada en la seguridad y la neutralidad y una amplia experiencia en acoger encuentros internacionales de alto perfil, Singapur fue el lugar elegido para albergar la cumbre. La ciudadEstado del sudeste asiático de 5,6 millones de habitantes es uno de los países más seguros del mundo y también uno de los más avanzados a nivel de tecnología, infraestructura y bancos.
Singapur, uno de los países más ricos del mundo y también con el costo de vida más elevado, es uno de los poco más de 40 países del globo que tienen una embajada en pleno funcionamiento en el país comunista.
Además, era el octavo mayor socio comercial de Pyongyang antes de verse obligado a suspender las relaciones comerciales para cumplir las resoluciones de la ONU de 2017.
También Singapur y Estados Unidos son fuertes aliados. Estados Unidos es el quinto mayor socio comercial de Singapur, según el Banco Mundial, mientras la Marina estadounidense estaciona regularmente sus buques de combate y aviones militares en la base naval de Changi.
El país más pequeño del sudeste asiático tiene además experiencia en albergar encuentros difíciles, como el del presidente chino, Xi Jinping, y el entonces presidente de Taiwan, Ma Ying-jeou, en 2015.
Este año, acoge otras dos cumbres: la de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (Asean), celebrada el pasado abril, que se sumará a otra en noviembre. ■