Detuvieron al esposo y al cuñado de la enfermera asesinada
El esposo y el cuñado de Marcela Coronel, la enfermera de 33 años que el 28 de mayo pasado apareció asesinada en su casa de Longchamps, quedaron detenidos en la noche del sábado y muy complicados por múltiples pruebas que los vinculan con el sangriento asesinato.
A Gabriel Guevara, un empleado de seguridad de 24 años, y a su hermano Pablo Daniel (26) los capturó la Po- licía en sus domicilios. Quedaron a disposición de la fiscal especializada en Violencia de Género de Lomas de Zamora, Marcela Juan.
Al marido de la víctima, que al inicio buscó instalar la versión de un robo “al voleo”, lo habían imputado por las contradicciones de su primer testimonio. Mientras que las sospechas sobre su hermano surgieron por imágenes de cámaras de seguridad que lo muestran el día del crimen llevando en brazos a la hija de la víctima. La nena de un año y medio fue luego fue hallada, abandonada en la calle.
Fuentes vinculadas al caso dijeron a la agencia Télam que el cuñado de la enfermera tenía, al ser detenido, tres teléfonos celulares, uno de los cuales pertenecía a la víctima. También tenía la tarjeta de ingreso al Hospital Italiano, donde ella trabajaba y se secuestraron prendas similares a las que se observaron en las imágenes de las cámaras de seguridad.
Tras el hallazgo de la nena en la calle, el cuerpo de Marcela apareció en una habitación de la casa que se usaba como galpón, envuelto en una frazada y con heridas en la cabeza producidas con un hacha pequeña que le pertenecía al esposo. Para los forenses, sin embargo, la causa de la muerte fue que tras los golpes la asfixiaron tapándole la nariz y la boca.
En baño del lugar se encontró un balde con ropa manchada de sangre y a la vuelta, en una bolsa tirada junto a las vías del tren, había otras prendas de hombre con rastros de sangre.
La declaración de los detenidos ahora será clave para terminar de esclarecer el crimen. ■