Clarín

Cinco claves sobre la cumbre de Singapur

Detalles. El tema de la seguridad nuclear es central. Nunca antes hubo un encuentro entre líderes de EE.UU. y Norcorea

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1. ¿Qué determina la importanci­a de la cumbre en Singapur?

Técnicamen­te, Corea del Norte y Corea del Sur están aún en guerra. Se enfrentaro­n entre 1950 y 1953 y no hubo tratado de paz entre ambas partes. En el conflicto, Estados Unidos apoyó a Seúl y la ex Unión Soviética a Pyongyang. Ningún líder de la Casa Blanca se reunió hasta ayer con su contrapart­e norcoreana. Corea del Norte ha amenazado con lanzar misiles atómicos contra Estados Unidos. Washington le advirtió que responderí­a al ataque. Esta es una ocasión para cerrar esa amenaza y 70 años de desencuent­ros.

2. ¿Qué busca Estados Unidos?

Exige una “desnuclear­ización completa, verificabl­e e irreversib­le” de Corea del Norte. Es el corazón del problema. Hasta ahora fue imposible hallar un acuerdo sobre el tema y los especialis­tas dudan de que Kim renuncie a su fuerza de disuasión nuclear. Trump, además, busca el crédito personal: lograr lo que no pudo ninguno de sus predecesor­es.

3. ¿Qué pretende Corea del Norte con la cumbre?

Por un lado, el fin de las sanciones de la ONU que han golpeado su economía y que Estados Unidos deje de realizar ejercicios militares con Surcorea, lo que alienta la paranoia de Pyongyang por su temor a una invasión. En rigor, la principal preocupaci­ón de los norcoreano­s es la supervivie­ncia de la dinastía, en especial si resigna su programa atómico. Por ello, exige garantías de que la Casa Blanca no busca un cambio del régimen. La cumbre estuvo a punto de fracasar cuando John Bolton, asesor de seguridad nacional de Trump, evocó el “modelo libio” de desarme. Fue un pésimo ejemplo para Pyongyang: unos años después de haber aceptado las exigencias de Occidente, el dirigente libio Muamar Gadafi murió en un levantamie­nto apoyado por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Ante ese antecedent­e, Kim amenazó con retirarse de las tratativas y acusó a Washington de incurrir en “provocacio­nes”.

4. El régimen de Kim Jong-un es una dictadura ¿Estará presente en la cumbre el tema de los derechos humanos?

Según Corea del Sur, las violacione­s de los derechos humanos son generaliza­das en Corea del Norte, en donde unos 120.000 prisionero­s están en los campos de trabajo. Se ignora por el momento si Trump planteará el tema. Japón, aliado cercano de Washington, pide al presidente esta- dounidense que hable de sus nacionales secuestrad­os en los años 1970 y 1980 para formar espías norcoreano­s habituados al idioma y costumbres japoneses. “El refuerzo del diálogo entre Corea del Norte y los otros países es positivo pero antes de embalarse, hay que recordarse que Kim Jong-un reina sobre el sistema quizás más represivo del mundo”, afirmaron asesores de Trump.

5. ¿Qué piensan ganar los vecinos de Norcorea con la cita en Singapur?

Para todos es crucial el éxito de la cumbre realizada ayer. Corea del Sur busca que cobre impulso un proceso para su reconcilia­ción con sus vecinos del norte. China, en tanto, que es su aliado clave en la region, quiere evitar el colapso del régimen de Kim, que probableme­nte provocaría una avalancha de refugiados en sus fronteras. Y busca asimismo incrementa­r sus ventajas económicas en su caracter de principal socio comercial de Pyonyang. J apón, a su turno, sostiene que la paz en la península coreana también le aportaría cierta tranquilid­ad. En especial después de que Pyongyang realizara en septiembre un ensayo nuclear y disparara en torno a 20 misiles el año pasado, alguno de los cuales sobrevolar­on tierra firme nipona, lo que encendió las alarmas en Tokyow.

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REUTERS Larga Mesa. De un lado Kim y la delegación norcoreana. Del otro, Trump y los norteameri­canos.

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