Clarín

Estalla una crisis por los refugiados entre Europa y el nuevo gobierno italiano

La alianza populista se negó a recibir a 629 migrantes varados en el mar. Los aceptó España. Roma cantó victoria.

- Julio Algañaraz jalganaraz@clarin.com

Tras la decisión del duro ministro del Interior de Italia, el xenófobo Matteo Salvini, de cerrar los puertos de la península para bloquear el desembarco de desesperad­as oleadas de migrantes que vienen desde el África negra a través de Libia, en el Mediterrán­eo se vive hoy un gigantesco caso de emergencia humanitari­a. La situación amenaza con agravarse luego de la pulseada entre el nuevo gobierno euroescépt­ico de Roma, la Unión Europea y la isla de Malta, que se negó a recibir a los refugiados.

La nave Aquarius con 620 personas, que incluyen un centenar de niños sin sus padres, mujeres embarazada­s y enfermos, estaba varada ayer en el mar entre la isla de Malta y el sur de la península italiana, a la espera de que se confirmara la oferta de España, que aceptó recibirlos en Valencia. Sin embargo, en una jornada de gran tensión, uno de los migrantes amenazó con arrojarse al mar, temeroso de ser reingresad­o a Libia. El barco fue reaprovisi­onado, aunque habría alimentos sólo por un día más.

Informado sobre la oferta de España, el ministro Salvini cantó victoria en Twitter: “Alzar la voz paga”, escribió, presentand­o el giro de los acontecimi­entos como una victoria del nuevo gobierno, que por primera vez se ha enfrentado con sus socios europeos por el grave problema migratorio. “Con otras naves como Aquarius, adoptaremo­s la misma actitud”, dijo. Salvini aseguró que “Italia no baja más la cabeza” y quiso imponer a la isla de Malta, reacia y caradura para sacarse de encima estos casos humanitari­os, que se haga cargo de los desesperad­os.

Antes de la oferta española, llegaron noticias alentadora­s desde los puertos italianos no gobernados por la alianza populista que acaba de instalarse en Roma. Los alcaldes de Nápoles, Catania, Palermo, Messina, Reggio Calabria y Taranto ofrecieron recibir a los prófugos. El alcalde de Livorno, que pertenece a Cinco Estrellas, uno de los dos partidos populistas del gobierno, Filippo Nogarín, también abrió el puerto local.

Esos ofrecimien­tos tal vez deban renovarse en las próximas horas porque otros 800 inmigrante­s llegarán hoy lunes al sur, tras ser rescatados en alta mar por un barco de la marina militar italiana. Anoche se esperaba que pudieran desembarca­r en el puerto de Catania.

La Unión Europea es culpable de haber dejado solos a los italianos estos años, en los que salvaron a más de 600 mil desesperad­os en el Mediterrán­eo, donde han muerto miles que soñaban con llegar a la próspera Europa. La UE tiene entre las manos ahora una bomba que está explotando por la decisión de Salvini de cerrar los puertos italianos.

Las noticias que llegan desde Libia, que firmó jugosos acuerdos con Italia a cambio de enormes sumas de dine-

La Unión Europea es culpable de haber dejado sola a Italia durante todos estos años.

ro para no dejar pasar a los que quieren embarcar hacia Europa vía la península, señalan que muchos más desesperad­os dispuestos a todo se preparan a subir a las frágiles barcazas recargadas de africanos que a duras penas logran ser salvados por la intervenci­ón de las naves de las organizaci­ones humanitari­as, de los guardiacos­tas italianos y de la Marina militar. Francia, Alemania, España, han intervenid­o para buscar una solución de emergencia. La primera ministra alemana, Angela Merkel, dijo que es necesario formar una policía de frontera europea que actúe en el Mediterrán­eo e impida el abandono de miles de personas condenados a muerte. A todos, el duro Salvini responde que “Italia no es más un campo de prófugos”. ■

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AP En viaje. Una imagen de los inmigrante­s del barco Acquarius en su marcha hacia las costas europeas.

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