El crimen de la enfermera: “Fue mi hijo quien la mató, estoy seguro”
El crimen de la enfermera Marcela Coronel (33), quien apareció asesinada en su casa de Longchamps, no para de sumar sorpresas. Ayer el padre de los dos hermanos detenidos contó a los investigadores que uno de sus hijos andaba con un celular igual al de su nuera asesinada y que le habían visto otras pertenencias de ella.
Según su versión, la mujer fue asesinada no por su hijo Gabriel (24), esposo de ella, quien para él es “inocente”, sino por su otro hijo, Pablo Daniel (26). Los dos fueron detenidos durante el fin de semana y quedaron a disposición de la fiscal especializada en Violencia de Género de Lomas de Zamora, Marcela Juan.
El padre cree que el responsable del crimen fue su hijo mayor, cuando “fue a robarle al hermano y la encontró a ella, que lo reconoció”. “El sabía que su hermano a esa hora estaba trabajando. Es lo que pienso yo”, dijo Daniel a los medios. Además, según el padre, Pablo sabía que ese día otra de sus hijas –la que cuidaba a la nenatenía que trabajar, por lo que no iba a estar cuidando a su sobrina.
El hombre declaró el sábado y poco después la Policía detuvo a su hijo, que además apareció en una cámara de seguridad llevando en brazos a su sobrina de 4 años el día del crimen, poco antes de que ella apareciera sola, abandonada en plena calle.
“Cuando Gabriel –esposo de la en- fermera- se entera del video y de que su hermano andaba mostrando un celular enloqueció. Quería ir a matar a su hermano”, relató el hombre, visiblemente conmovido por el drama familiar que atraviesa.
Contó que al inicio no sospechó, pero que con los días le empezó a llamar la atención la actitud de Pablo. “Empecé a ver indicios y adoptó una actitud rara. Quería averiguar qué había declarado cada uno”, explica. Luego “mi señora lo vio con un celular parecido al que tenía ella y fuimos a la comisaría”, agregó.
Mientras, la mamá de Marcela, leyó una carta en la que sostuvo la hipótesis del femicidio y le apuntó a la familia de su pareja. “Al saber que Marcela estaba muerta, nadie de los Guevara mostró signos de sensibilidad. Hoy entiendo que eso no fue una casualidad: son signos de complicidad”, acusó. “No creemos que esto haya sido obra sólo de dos personas -agregó-. Tenemos derecho a saberlo: asesinos, cómplices, encubridores. Todos fueron partícipes.” ■