Los jóvenes que hablan con la “e” generan polémica
Algunos estudiantes empezaron a cambiar la “o” de los plurales por una “e”. Afirman que así se neutraliza un rasgo sexista del idioma que hace “invisibles” a las mujeres. Pero, para la Real Academia Española, el recurso resulta innecesario y suena mal.
Las apariciones de algunos estudiantes en las tomas de colegios que le cambian la “a” del femenino y la “o” del masculino por una “e” abrieron un debate sobre el uso del lenguaje. La Real Academia Española ya dijo en enero que era “innecesario”. Pero hay adultos, como el rector del Nacional de Buenos Aires, Gustavo Zorzoli, que están de acuerdo con esa modalidad.
"Todes", "nosotres", "les" y "diputades". Cada vez más adolescentes usan el llamado "lenguaje inclusivo". Empezó en ciertos núcleos, como el de la vicepresidenta del centro de estudiantes del Carlos Pellegrini, que habló así ante las cámaras de TN con toda naturalidad, en un video rápidamente viralizado. Pero la tendencia ya se expandió: muchos chicos lo usan a diario, en sus casas y en la escuela. ¿Le declararon la guerra a la letra "o"?
"No es algo propio de la lengua adolescente. Es el resultado de un proceso social de lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Los adolescentes son una comunidad muy activa en su compromiso con distintas causas. Por eso, son uno de los grupos que más lo incorporan", dice a Clarín Santiago Kalinowski, director del Departamento de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas de la Academia Argentina de Letras.
Los chicos usan palabras como "algunes", en vez algunos y algunas; "diputades", por diputadas y diputados; "les padres y madres", por los padres y las madres; y "les estudiantes", por las estudiantes y los estudiantes. Hay palabras que son, por defecto, más inclusivas. Como "periodista", válida para hombres y mujeres. En ese caso no cambian la "a" por una "e", pero al hablar en plural dicen "les periodistas".
Otros casos son especialmente complicados. ¿Cómo decir "lectores" o "dominadores"? Para esas situaciones se ensayó una solución más extravagante, que fue poner la "e" en la vocal anterior. Quedó "lecteres" y "dominaderes". "Es obvio que es un problema. La ingeniería de morfemas es muy difícil", acota Kalinowski.
¿Por qué se llegó a esto? "Se prestó especial atención al hecho de que el español tiene un masculino genérico. Es decir, que el género masculino cumple dos funciones y el femenino, sólo una. Entonces, se concluyó que eso era un rasgo machista que invisibilizaba a la mujer. Y se propusieron varias formas para intervenir la lengua", explica el lingüista. "Por ahora, es un fenómeno retórico. No es de la lengua propiamente dicha, sino que es un uso que hacemos de la lengua para crear un efecto en el que la escucha", agrega Kalinowski.
Desde hace una década organismos y militantes buscan crear un lenguaje más inclusivo. Con el tiempo, las maneras fueron variando. Primero se usó "nosotros y nosotras" o "los niños y las niñas". Al respecto, la Real Academia Española (RAE) indica en su sitio Web que esos desdoblamientos "son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico".
Luego se usó la arroba para reemplazar las vocales: por ejemplo, "nosotr@s". Como este símbolo resultó confuso, se reemplazó por una "x", para dar lugar al "nosotrxs". Pero estas últimas opciones (“@” y “x”) son impronunciables al hablar. Como solución, entonces, se impuso la "e".
Pero ninguna de estas formulas convence a la RAE. "Al decir 'todos' no quedan excluidas de la referencia las mujeres. Si se tiene en cuenta esto, se ve que son innecesarias, y artificiosas, las propuestas de uso de signos como la '@', la 'x' o la 'e' como fórmulas para un uso inclusivo del lenguaje", escribió la Academia en su cuenta oficial de Twitter.
Lejos de darse por vencidos, los promotores de este lenguaje se expanden y no sólo en la Argentina. Se escuchan en España, Chile, Colombia y Uruguay, entre otros países donde se incorporó y el tema se debate.
"Lo celebramos, y además sería algo interesante para analizar. Es una forma de neutralizar el lenguaje para hablar de todos", opina Nadia Ferrari, del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA). Festeja en especial que lo usen los adolescentes, porque "estos chicos son el futuro".
Al escribir ‘todos los diputados’ se esconde a las que son mujeres. Quedan invisibles”. Nadia Ferrari
Equipo Lat. de Justicia y Género
Al decir ‘todos’, no se excluye a la mujer. Usar la ‘e’ es artificioso e innecesario”. Real Academia Española
Declaración oficial en Twitter
"Si algo no se nombra, no existe. El masculino incorpora a todos. Cuando un texto dice 'todos los diputados' está escondiendo a las funcionarias mujeres. Están invisibilizadas", ejemplifica Ferrari. Agrega que el lenguaje se construye socialmente y sugiere que "tal vez podríamos empezar a incorporar estas nuevas palabras".
En las escuelas ya es una realidad, como demostró la estudiante del Pellegrini en el video que está circulando. También se usa en el Nacional Buenos Aires. "Vemos que muchos chicos están usando la letra 'e'", contaron voceros del colegio. Lo notan so
bre todo entre los militantes, en las asambleas y las discusiones, aunque no tanto en las aulas.
Dentro del Nacional se está dando un curso de la UBA que se llama "Sensibilidad de Género", destinado a las autoridades, docentes y administrativos. Entre otros temas, se trabaja sobre el lenguaje inclusivo. Hasta el propio rector, Gustavo Zorzoli, avala y adopta estas nuevas formas de expresarse. Lo demostró hace poco en Twitter al compartir una foto con un grupo de chicos y chicas consejeros. Mejor dicho, en sus propias palabras: "En reunión con consejeres".