El proyecto tuvo dictamen de mayoría con 64 firmas a favor
Hubo 57 en contra. Los impulsores del proyecto esperaban una diferencia más ajustada.
Con gritos de júbilo y entusiasmo, los impulsores del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo pudieron anotarse una victoria parcial, no definitoria pero significativa, al lograr dictamen de mayoría para su proyecto, al término del plenario de comisiones de la Cámara de Diputados, donde el debate se inició hace dos meses.
El proyecto “de consenso”, con cambios introducidos en los últimos días para sumar más voluntades, fue firmado por 64 diputados, y 57 suscribieron el dictamen de rechazo, en el plenario de las comisiones de Legislación General; Salud; Familia; y Legislación Penal.
“Esto es producto de un verda- dero proceso de diálogo y de construcción de consensos, y tiene que ver con un paso necesario que tiene que dar nuestro país”, resaltó la radical Brenda Austin, quien leyó el proyecto con los cambios introducidos.
El texto mantiene la legalización del aborto hasta la semana 14 de gestación, y su práctica en todas las instituciones de salud, como parte del Plan Médico Obligatorio (PMO). Pero introduce la objeción de conciencia (que puede ser individual, no institucional), las consejerías no obligatorias, y aclara -reenviando a la letra del Código Civil y Comercial- el procedimiento en caso de embarazo y aborto de adolescentes de 13 a 16 años.
Los impulsores del proyecto esperaban una mayoría más ajustada, y leyeron la ventaja como auspiciosa, con vistas a lo que podría suceder en el recinto este miércoles y jueves, en que se prevé un final ajustado y dramático. “Es un primer gran paso para las mujeres, es la primera vez que tenemos un dictamen de mayoría”, valoró Carla Carrizo, de Evolución Radical.
La camporista Mayra Mendoza y Lucila de Ponti, del Movimiento Evi- ta, recogieron las firmas en la sala del anexo C, para el proyecto que firmó la mayoría. La macrista Carmen Polledo anunció que habían reunido 381 mil firmas en contra de la iniciativa. El dictamen de rechazo, de varias carillas, buscó rebatir los argumentos de la campaña por el aborto y sostuvo que la cifra de 500 mil abortos anuales “está sobrestimada, faltan datos serios”.
“El tema central es que el lema ['aborto legal para no morir'] es sólo eso, un lema con el que ciertas ideologías pretenden manipular la sensibilidad de la población; quienes se encuentran en un dilema que en verdad no existe”, leyeron los fundamentos en contra la riojana Karina Molina y los santafesinos Lucas In- cicco y Gisela Scaglia (los tres del Pro).
Agregaron que “los textos de los proyectos desenmascaran su verdadera intención: que se instale en el debate y en nuestro ordenamiento jurídico el derecho al aborto para el goce pleno de los derechos sexuales y reproductivos”.
El cordobés Juan Brügge, democristiano y antiabortista, aclaró antes del cierre del plenario que iba a pedir “la nulidad” del proyecto por considerar que contraría tratados internacionales suscriptos por la Argentina, en materia de derechos humanos. La radical Karina Banfi replicó que era “una burrada” y que no había “ningún obstáculo” en materia legal para avanzar con la ley.
Pese a los cruces, hubo un momento de distensión cuando el kirchnerista Daniel Filmus pidió un aplauso para el macrista Daniel Lipovetzky, titular de Legislación General, en reconocimiento a cómo condujo el debate estos dos meses.
En 15 reuniones informativas pasaron 738 expositores y luego siguió el debate entre los legisladores hasta la firma del dictamen, con lo que el proyecto quedó en condiciones de ser tratado en el pleno. ■
Esto es producto de un verdadero proceso de diálogo y de construcción de consensos”.
Brenda Austin, diputada UCR