San Lorenzo tiene otro rival de temer: el cansancio
El cuidado físico será importante en la final que le gana 1-0 a San Martín de Corrientes en la Liga Nacional.
Más allá de ganar la primera final de la Liga Nacional por 86-80, en un partido que atravesó distintas facetas y que permite imaginar una serie con paridad a la vista, San Lorenzo tendrá un rival claro a vencer. Es que además de San Martín de Corrientes, el cansancio será un oponente a derrotar para los de Boedo, que hoy volverán a ser locales desde las 22.
“La mayoría de los jugadores estamos cansados. La serie anterior fue muy dura (3-2 a Instituto) y ahora hay que estar tranquilos mentalmente y recuperarnos lo más rápido posible”, señaló Gabriel Deck, autor de 25 puntos (8-13 dobles y 9-11 libres).
Marcos Mata, quien anotó 4 tantos en 26 minutos, ratificó lo que dijo su compañero. “Desde lo físico, llegamos un poco cansados, porque Instituto fue un rival muy duro, pero tenemos que enfocarnos lo menos posible en eso porque hace que te canse también la cabeza”, comentó el alero.
Mientras que Selem Safar, autor de 15 puntos (2-2 dobles y 3-3 triples) y clave en el cuarto final, habló sobre la importancia de que San Lorenzo pueda rotar las formaciones para no agotar físicamente a los titulares. “Es importante, porque es una serie a siete partidos y están muy seguidos entre ellos. Tendremos solo tres días de descanso después del segundo y después serán todos mucho más seguidos y con viajes de por medio, así que es clave que jueguen todos y que tengamos una rotación larga”, dijo.
Luego del partido de esta noche, la final se mudará a Corrientes, donde se enfrentarán el sábado y el lunes, desde las 21. En caso de haber quinto juego, será el miércoles 20. El sexto llegaría el viernes 22 y un hipotético séptimo, el domingo 24.
En el primer partido, Dar Tucker fue importante para San Lorenzo con 23 tantos (8-10 dobles, 1-2 triples y 4-4 libres), mientras que para el equipo correntino se destacaron Justin Keenan (19), Jeremiah Wood (18) y Jonatan Treise (12).
Habrá que ver cómo influye el cansancio que arrastra San Lorenzo para el devenir de la final. ■