Clarín

Tras la amenaza de ruptura, el Presidente recibe hoy a Carrió

- Guido Carelli Lynch

“Que le quede claro a todo Cambiemos, la próxima rompo”, bramó Elisa Carrió, cuando la media sanción del proyecto de legalizaci­ón de aborto ya era una realidad. La amenaza de la aliada y co-fundadora de Cambiemos se escuchó fuerte en el Congreso, pero también tomaron nota en la Casa Rosada, y en las cúpulas del PRO y en la UCR. El presidente Mauricio Macri la recibirá en el mediodía de hoy en Olivos y a solas.

No está previsto que participe ningún radical del cónclave. Mucho menos, Ernesto Sanz, que regresó a las reuniones de coordinaci­ón, aunque la diputada lo tiene en la mira.

Algunos de sus colaborado­res más estrechos relativiza­ban el encuentro e insistían en el carácter periódico de las reuniones entre ambos. También, le bajaron el precio a la amenaza de ruptura. "Fue la calentura", dijeron. Luego, la propia Carrió lo confirmó en su cuenta de twitter.

La líder de la Coalición Cívica estaba entusiasma­da en dialogar con Macri sobre los créditos para pymes exportador­as y en los avances del proyecto de ley para ampliar el banco de alimentos, una iniciativa propia.

De todos modos, el marco es insoslayab­le. Carrió quedó dolida y herida por la votación en el Congreso. “Se sintió muy presionada por los dos sectores del bloque, ella quería man- tenerse por fuera”, relató a Clarín uno de sus laderos, que conversó durante la madrugada con la diputada. Carrió sintió en carne propia la presión de quienes estaban en contra, como ella, y se sintió excluida y señalada por los que empujaron el proyecto.

Quienes rechazaban la legalizaci­ón le habían pedido que militara más efusivamen­te el “No” y el Gobierno, que no obturara el debate. En realidad, la diputada prefirió no exponer sus argumentos, que nada tenían que ver con “las dos vidas” sino -a su entender- con la imposibili­dad de señalar el inicio de la vida. La presión de quienes rechazaban el proyecto se sintió en particular en su celular y en el de sus asesores, en su última visita al programa de Mirtha Legrand. “Hubo presión adentro para generar una grieta”, se quejaron cerca de Carrio.

La última visita de Carrió a Olivos que el Gobierno dejó trascender se produjo tras el regreso de sus vacaciones, cuando se reunió con Marcos Peña, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui; luego de sus críticas al tarifazo y con la crisis cambiaria consumada, aunque luego, almorzó con el Presidente a principios de mes.

Mientras tanto, en Diputados el interbloqu­e de Cambiemos -dividido por la votación- programaba un asado de confratern­idad entre sus miembros para calmar los ánimos. Peroquedó postergado por el feriado de la próxima semana y, según algunas voces, para dilatar los tiempos y dejar que la espuma del debate y los enojos bajen. “Lo peor que podemos hacer ahora es pasarnos facturas”, reflexiona­ba un legislador. ■

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