El giro sorpresa de los pampeanos, tras una llamada del gobernador
Ariel Rauschenberger y Melina Delú, del PJ, iban a votar en contra, pero cambiaron dos horas antes de la votación.
Cuando la media sanción a la ley de legalización del aborto se creía perdida y los ánimos se caldeaban, el tuit del peronista pampeano Sergio Ziliotto –a las 8 de la mañana- dio vuelta la situación: anunció que dos de sus compañeros de bancada -que estaban contabilizados en contra- se sumarían al voto a favor. Desde las cuatro de la madrugada el legislador había buscado convencer a sus pares y un llamado del gobernador Carlos Verna terminó de definir la situación.
“La decisión fue consensuada con el gobernador; lo decidimos junto a él, que ya se había pronunciado a favor. Siempre estuvimos en contacto”, afirmó a Clarín Ziliotto.
El legislador había decidido su voto afirmativo hace una semana. Pero sus compañeros Ariel Rauschenberger y Melina Delú llegaron al día de la votación como indecisos y durante la tarde del miércoles –aunque no se pronunciaron- pasaron al listado de “en contra”, incluso en el poroteo que llevaba el interbloque Argentina Federal, al que pertenecen. Allí se observaba de cerca al salteño Javier David, señalado como el dudoso. Pero los pampeanos fueron la sorpresa.
“Veníamos charlando permanentemente. Y cuando la coyuntura exige decisiones, las tomamos”, aseguró Ziliotto y reconoció: “Por supuesto, uno analiza cómo viene la sesión y ese era un momento clave”.
Desde la Gobernación no niegan la intervención de Verna: “Sin duda influyó el pensamiento del gobernador porque los diputados hablan todo el tiempo con él”, señalaron.
A la oportunidad se le suma la percepción del contexto. En la campaña electoral del año pasado en La Pampa, el PJ, dicen, recibió “numerosas inquietudes de los jóvenes sobre este tema”. “La juventud nos reclama que entendamos hacia dónde va la sociedad y los políticos estamos obligados a leer la realidad”, aseguran en el entorno de Verna.
Melina Delú, dicen algunos de sus pares, estaba en contra por cuestiones personales. Ariel Rauschenberger dudaba. “No estaba convencido con el proyecto pero tampoco le cerraba votar en contra porque entendía el espíritu”, señalan sus allegados.
Sin embargo, varios reconocen que “no es lo mismo estar en una bolsa de indefinidos, que estar en duda cuando sabés que la definición puede depender de vos”.
Durante la madrugada hubo intensas reuniones y charlas de pasillo. Llegó un momento en que quienes estaban a favor de la ley pedían desesperadamente la intervención de la Casa Rosada.
Sin embargo, el gesto político llegó desde el peronismo de la Pampa. Cuando comenzó el debate del aborto en comisiones, Verna había pedido acompañar: “El problema no es religioso, es de salud”, declaró.
Las especulaciones políticas no quedan al margen, sobre todo porque la definición se dio sobre la hora. La actitud también es leída por varios como una forma de diferenciarse del peronismo clásico, que en líneas generales no acompañó, y restarle mérito al Frente para la Victoria, que votó a favor casi en su totalidad. “Perdiendo por poco creían que lo aprovechaba Cristina Kirchner”, opina un sector del interbloque de Argentina Federal en Diputados.
El jefe de la bancada del peronismo en el Senado, Miguel Angel Pichetto celebró la postura: “Felicito al gobernador de La Pampa Carlos Verna. Lo de Verna demuestra que el peronismo está con la evolución social”.
El giro de Rauschenberger y Delú, sumado al del diputado del Pro de Tierra del Fuego, Gastón Roma, que iba a votar en contra y a último momento cambió su decisión, fueron determinantes, junto a otros, para aprobar la legalización del aborto.