Golpeada tras la votación, la Iglesia pidió al Senado que elabore proyectos alternativos
Pidió que reconozcan “el valor de la vida”. También admiten “debilidades” en la educación sexual.
La Iglesia católica no tardó en expresar su “dolor como argentinos” tras la media sanción de la Cámara de Diputados al proyecto de despenalización del aborto. Al mediodía, apenas dos horas después de la votación, La Conferencia Episcopal -que agrupa al centenar de obispos del país- difundió una declaración en la que no sólo criticó la aprobación, sino que también apeló al Senado -la otra instancia legislativa que deberá expedirse ahora- para que allí “pueda ser el lugar donde se elaboren proyectos alternativos que puedan responder a las situaciones conflictivas, reconociendo el valor de toda vida y el valor de la conciencia”.
Al igual el pronunciamiento que difundieron cuando el presidente Mauricio Macri anunció en febrero que desbloqueaba el tratamiento parlamentario del aborto, y en el que manifestaban su disposición a abrírse a un “diálogo sincero” sobre la cuestión, la declaración de ayer de los obispos fue de tono moderado -más allá de la inequívoca condena a la interrupción voluntaria del embarazoy hasta incluso reconociendo que el debate sobre la despenalización había tenído un aspecto positivo entre ellos.
“Como pastores -aseveran-- este último tiempo nos ha servido para reconocer debilidades en nuestra tarea pastoral: la educación sexual integral en nuestras instituciones educativas, el reconocimiento más pleno de la común dignidad de la mujer y el varón, y el acompañamiento a las mujeres que se ven expuestas al aborto o que han sido atravesadas por dicho trauma. Todas estas son llamadas de la realidad que nos convocan a una respuesta como Iglesia”.
La Iglesia venía desplegando una intensa campaña contra la despenalización del aborto junto con una serie de ONG denominadas provida, que incluyeron manifestaciones masivas en Buenos Aires y numerosas ciudades del interior. Acciones que se intensificarán de cara a la crucial votación en el Senado. No obstante, de sancionarse la ley se prevén pedidos de inconstitucionalidad que llegarían a la Corte Suprema.
Bajo el título “Vale Toda Vida” -el lema de su campaña contra el aborto-, los obispos comienzan diciendo que les “duele como argentinos” la media sanción, pero señalan que “el dolor por el olvido y la exclusión de los ino- centes debe transformarse en fuerza y esperanza para seguir luchando por la dignidad de toda persona humana”. Al mismo tiempo en la declaración reclaman un diálogo con los senadores ante el tratamiento del proyecto en el Senado.
“Seguimos sosteniendo la necesidad que en el debate legislativo que continúa pueda haber diálogo”, demandan. En ese sentido, advierten que “la situación de las mujeres frente a un embarazo no esperado, la exposición a la pobreza, a la marginalidad social y a la violencia de género, siguen sin tener respuesta. Simplemente se ha sumado otro trauma: el aborto. Seguimos llegando tarde”.
Por eso, consideran: “Tenemos la buscar soluciones nuevas y creativas para que ninguna mujer tenga que acudir a un aborto. Es necesario -añaden- un diálogo sereno y reflexivo para responder a estas situaciones. Vivir el debate como una batalla ideológica nos aleja de la vida de las personas concretas.