Clarín

“Viejas” y adolescent­es, entre la tensión y el desahogo del final

Festejos. Las dudas de último momento por el resultado de la votación en el recinto extendiero­n el suspenso. Cuando se confirmó, la calle del lado verde fue una fiesta.

- Julieta Roffo jroffo@clarin.com

Nina Brugo tiene 74 años, los zapatos gastados, una campera abrigada para esta mañana, y 32 ediciones del Encuentro Nacional de Mujeres encima. Ocupa la primera fila de la marea verde que mira el debate de diputados en una pantalla gigante en Rivadavia y Callao. Con sus compañeras, sostiene la bandera de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, organizaci­ón creada en 2005 de la que es una de las referentes históricas. A su alrededor, miles de adolescent­es esperan la votación a pura canción: “Abajo el pa- triarcardo, se va a caer, se va a caer. Arriba el feminismo, que va a vencer, que va a vencer”. Las chicas -y también muchos chicos- saltan cerca de la Plaza de los Dos Congresos mientras los jefes de bloque cierran sus exposicion­es. Nina Brugo hace que el que salte sea el bastón en el que se apoya al caminar: lo levanta y lo golpea contra el piso.

En la pantalla gigante, la diputada Silvia Lospennato dice, antes de cerrar su discurso: “Permítanme nombrar a las mujeres que con su lucha nos trajeron hasta aquí”. Nina Brugo, Elsa Schvartzma­n, Mabel Gabarra y, la más grande de todas, de 89 años, Nelly Minyersky, escuchan en la ca- lle cómo sus nombres resuenan en el recinto. Es la primera vez que llegan a esta instancia, aunque hayan presentado el proyecto de ley siete veces en total. El cordón de seguridad que contiene a las referentes de la Campaña se desarma por un instante: las chicas que lo conforman se abrazan y lloran, pero vuelven rápido a sus funciones. “Tenemos que cuidar a nuestras viejas”, dice una de ellas, y reconstruy­en ese cordón.

Cecilia, Sasha y Laura aplauden cada vez que Lospenatto menciona a alguien de la Campaña. Tienen entre 22 y 27 años, los ojos pintados de verde, y estudian Psicología en La Plata. “Como estudiante­s de Psicología, sa- bemos que el deseo constituye al otro, por eso hace falta alguien que desee un embarazo para que no haya consecuenc­ias para la salud mental de la mujer y de esa persona”, asegura Cecilia. Las tres llevan 18 horas de espera cerca del Congreso.

“Se va a votar”, dice Emilio Monzó. Primero hay gritos y después, por primera vez desde el miércoles al mediodía, un silencio absoluto y expectante del lado verde de la plaza. De los parlantes sale que 131 votos a favor de la legalizaci­ón del aborto, 123 en contra y una abstención. De la calle sale un grito que a veces dice “¡Vamos!”, a veces dice “¡Salió!” y, en la mayoría de las gargantas se ahoga por- que se le cruza el llanto. Enseguida las pantallas anuncian que cambia la composició­n entre votos negativos y positivos, y hasta que la ecuación no ratifica que la Cámara Baja otorga media sanción al aborto legal, recupera el aliento.

Al volumen de quien sabe que ya puede darle rienda suelta a la alegría, las más chicas apelan a una de las canciones que convirtier­on en himno en estos meses en los que ellas mismas se volvieron protagonis­tas del reclamo por la interrupci­ón voluntaria del embarazo fuera legal. “Aborto legal, en el hospital”, cantan. Tienen los cachetes llenos de brillantin­a verde y el pañuelo del mismo color atado en el cuello o en la mochila. Lo desatan para revolearlo, para que salga en sus redes sociales y en las tapas de los diarios.

Hay mujeres que lloran, que se abrazan, que se ríen. Que dejan de llorar hasta que la cara de una desconocid­a les sirve de espejo y se largan de nuevo. Dentro de muchos años recordarán esta mañana. “Siento una gran emoción. Es la alegría de que finalmente escucharon nuestros reclamos, nuestra militancia, nuestra calle,”, dice Nina Brugo. Cerca suyo, las más chicas vuelven a cantar y a saltar. Nina clava su bastón firme contra el asfalto para que le sirva de sustento: esta vez la que salta es ella.

 ?? JUAN MANUEL FOGLIA ?? Estallido. El momento en que Emilio Monzó anunció en la Cámara de Diputados el resultado de la votación. Habían pasado 23 horas de debate y de expectativ­a.
JUAN MANUEL FOGLIA Estallido. El momento en que Emilio Monzó anunció en la Cámara de Diputados el resultado de la votación. Habían pasado 23 horas de debate y de expectativ­a.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina