Hicieron una ecografía en vivo contra el proyecto

Esto no es un consultorio. Es un escenario con luces y sonido. El micrófono está a cargo de la conductora Viviana Canosa, y dos mujeres traen una camilla. Hay un ecógrafo enchufado a un generador instalado bajo esta estructura que ocupa la esquina de Entre Ríos y Moreno.

Esto no es una consulta médica. Es la transmisión en vivo de la ecografía que la médica Dolores Ramos Mejía le hace a una mujer embarazada que se llama Inés y que sube tímida al escenario y se estremece por el frío del gel que le rodea el ombligo. La pantalla gigante, los parlantes y los gritos de unos mil manifestantes han hecho de la práctica médica un espectáculo.

“Inés trajo la vida en un envase incomparable”, dice el otro conductor, el periodista deportivo Alejandro Klappenbach. “No hay mejor papel de regalo que ese paquete que es la panza de mamá”, suma.

A Inés le tapan las piernas con una frazada. “¿Tenés mucho frío?”, pregunta Canosa. “Sí”, le responde. “Es una heroína”, grita la conductora. En la pantalla gigante se ve el feto. Los manifestantes gritan, aplauden, y aplauden más fuerte después de que Canosa les dice que “ahí está, ahí tenemos vida”.

Por los parlantes, se escuchan latidos. “Los corazones de los bebés laten muy rápido, tienen mucha vida”, asegura la conductora. Algunos jóvenes con pañuelos celestes al cuello hacen sonar sus bombos: tutún, tu-tún, tu-tún. Cada vez más rápido. Cada vez más fuerte. “¿Cómo te podés perder esto?”, grita Canosa. “Mide nueve centímetros y tiene quince semanas de gestación”, anuncia a médica.

En ronda, chicos y chicas muy jóvenes cantan: “Olelé, olalá, si esta no es la vida, la vida donde está”. La médica habla al micrófono: “Que nadie me venga a decir que esto es un cúmulo de células”. Inés permanece en silencio.

“A este bebé le van a contar que protagonizó la mejor anécdota de la historia de la humanidad”, arriesga Klappenbach. Apagan el ecógrafo. La imagen del feto se va de la pantalla. Los manifestantes aplauden. La mujer se baja del escenario: la transmisión ha terminado. ■