El drama de los refugiados en el barco Aquarius: “Es difícil mantenerse en pie”
Tras el rechazo de Italia, la flota se dirige ahora a España. El trágico episodio produjo una crisis en Europa.
“Es difícil mantenerse hasta en pie”, dice Alessandro Porro, uno de los cooperantes que viaja en el barco humanitario “Aquarius” por el Mediterráneo. Con olas de tres metros y vientos de 60 km por hora, la nave se dirige a la ciudad española de Valencia junto con un buque de la Marina y otro de la Guardia Costera italiana. En los tres viajan 630 inmigrantes que fueron rechazados en Italia, y que se convirtieron en símbolo del fracaso de las políticas de refugiados de la Unión Europea.
La dramática flota tuvo que cambiar de rumbo debido al estado del mar y navegaban ayer cerca de las costas de Cerdeña. “El Dattilo, barco de los guardacostas italianos que guía nuestro convoy, decidió cambiar de itinerario. El Aquarius navegará a lo largo dela costa este de Cerdeña para evitar el mal tiempo y preservar a los pasajeros enfermos y agotados, de una situación insostenible”, afirmó la ONG “SOS Mediterráneo”, que fletó la nave. Este nuevo itinerario alargaría el trayecto previsto para llegar a la ciudad española.
Estos migrantes, que provienen de Africa y Asia, fueron socorridos en el mar, frente a las costas libias, entre sábado y domingo, pero estuvieron después varados a unas 30 millas de las costas maltesas por el rechazo de Italia y Malta a abrirles sus puertos.
El Aquarius lleva ahora a 51 mujeres, 45 hombres y 10 niños, mientras que el resto de inmigrantes viajan repartidos en el buque Orione de la Marina italiana y en la patrullera Dattilo de la Guardia Costera.
Porro relató que han pasado la noche dentro del barco y suministrando medicinas para aliviar los síntomas de los mareos. Subrayó como estas personas llevan ya cinco días metidas en un barco y quedan aún, al menos, otros dos para llegar a Valencia y en estas condiciones.
“Lo que parecía un simple rescate se ha convertido en un verdadero viaje de la esperanza”, afirmó el cooperante italiano. Porro explica que quienes tienen menos problemas son los niños “que cuentan con toda una nave para jugar, con todos los ayudantes y tripulación que se brindan a ellos”. Mientras tanto, los adultos pasan estas largas horas “charlando entre ellos, durmiendo, pero sobre todo sentados y descansando que es la mejor manera para evitar marearse”, relató.
David Beversluis, de Médicos sin Fronteras (MSF), confirmó que los integrantes de su equipo y los cooperantes “se pasaron la noche atendiendo a unas 80 personas afectadas por los mareos”. “Se han distribuido los alimentos recibidos ayer de los guardacostas italianos: naranjas, barras de cereales y té helado”, dijo, y agregó que ahora “las personas están calmadas y descansando de la dura noche de mareos”.
Esta tragedia humanitaria causó una fuerte disputa interna entre los países de la Unión Europea. El presidente francés, Emmanuel Macron, acusó de “cinismo e irresponsabilidad” al nuevo gobierno de Italia por haberse negado a permitir la entrada en sus puertos del Aquarius.
“Italia no puede aceptar lecciones hipócritas de países que prefirieron mirar hacia otro lado en materia de inmigración”, replicó el primer ministro italiano, Giuseppe Conte. La cancillería italiana convocó el miércoles al embajador de Francia y amenazó con anular un encuentro previsto entre Macron y Conte en París, al menos que Francia emitiera una “disculpa oficial”.
Ayer, Macró buscó apaciguar los ánimos. Dijo que hoy recibirá a Conte para dialogar sobre la crisis, y anticipó que Francia esta dispuesta a admitir a migrantes del Aquarius. Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores aclaró que lo hará siempre y cuando “respondan a los criterios del derecho de asilo”.
España, en cambio, se mostró mucha más solidaria al aceptar a los migrantes. De acuerdo a lo previsto, los barcos deberían llegar este fin de semana de forma escalonada al puerto de Valencia. Allí, según explicó la vicepresidenta del Ejecutivo español, Carmen Calvo, recibirán “asistencia sanitaria y jurídica”.
Las autoridades españolas están preocupadas por los menores y mujeres que hayan podido ser víctimas de abusos y tráfico de seres humanos durante su estadía en Libia. Según explicó Calvo, por ese motivo se atenderá de forma “individualizada” a cada uno de ellos.
Algunos de los inmigrantes irán al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) y otros serán trasladados directamente a centros de ayuda humanitaria de políticas sociales, “dependiendo de las condiciones, ya que vienen mujeres embarazadas”, apuntó la vicepresidenta española.
De acuerdo a lo previsto, “la hora estimada de llegada a Valencia sigue siendo el sábado por la noche, aunque esto depende mucho de la condiciones meteorológicas”, señaló Beversluis. ■
“Se pasaron la noche atendiendo a unas 80 personas afectadas por los mareos”.