Ciudad bajo tierra: así son los túneles contra las inundaciones en los barrios del Sudoeste
Se trata de dos conductos aliviadores en la cuenca del arroyo Cildañez, que desemboca en el Riachuelo. Beneficia a unos 74.000 vecinos de Mataderos, Liniers y Villa Luro.
Desde hacía un año y medio, parte de Liniers y Villa Luro era una zona en re-construcción. El cada vez más coqueto boulevard Ramón Falcón y la calle Caaguazú estaban cerrados en algunos tramos. Otras calles seguían abiertas pero las flanqueaban paneles metálicos amarillos. Es que al boom de edificaciones, inédito en esos barrios, se sumaba una serie de trabajos hidráulicos, que llenó el área de obreros, veredas con materiales de construcción y una banda de sonido hecha de pala, pico y martillo. Pero lo más importante pasaba a ocho metros de profundidad, fuera de la vista y el oído de los vecinos.
Allí el Gobierno porteño ampliaba el ramal Caaguazú del arroyo Cildañez, una obra ya terminada. Son dos nuevos conductos que se agregan al ya existente para escurrir más rápido el agua de lluvia y así bajar el riesgo de inundaciones en Liniers y Villa Luro. Esto, prometen oficialmente, beneficiará a más de 74.000 vecinos.
El Caaguazú es un ramal del arroyo Cildañez, una cuenca que cubre más de 3.300 hectáreas entre Liniers, Villa Luro, Floresta, Mataderos, Parque Avellaneda, Vélez Sarsfield, Lugano y Soldati. Y que está muy contaminada con aguas servidas.
En ese ramal había un solo conducto y le sumaron dos. La diferencia es clave en la velocidad con que el agua escurre hacia el Cildañez, que a su vez desemboca en el Riachuelo.
Hace diez días terminaron de des- pejar los nuevos ductos. Fuentes del Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad, que estuvo a cargo de la obra, explicaron que todavía no hay mediciones de su rendimiento. Pero, aclaran, desde que están habilitados no hubo inundaciones.
“Antes de estas obras, si había una lluvia fuerte, el promedio de agua en la calle rondaba entre los 40 y los 60 centímetros. Al escurrir más rápido, quedará a menos de 18 centímetros, por debajo del nivel del cordón”, explicó el ministro Franco Moccia.
El primero de los caños tiene 1,90 metro de diámetro y se extiende a lo largo de poco más de un kilómetro, a partir de Caaguazú entre Oliden y Miralla, y desde allí por Ramón Falcón hasta Basualdo. Allí se une a la red pluvial existente, que tiene casi el triple de diámetro.
El segundo conducto es más corto: recorre 220 metros entre la esquina de Yerbal y Prelado Risso Patrón y la de Rivadavia y Urdaneta, donde empalma con el caño pluvial previo. Su diámetro varía entre un metro y un 1,20 metro. Y hay un conducto extra de 100 metros para reforzar los trabajos, que corre bajo Murguiondo entre Caaguazú y García de Cossio.
Estos caños están preparados para llenarse por completo en época de lluvias. Para construirlos los obreros soportaron temperaturas de hasta 40 grados en verano a ocho metros de profundidad y, por lo mismo, debieron trabajar en turnos cortos.
Los trabajos del ramal Caaguazú se incorporaron en 2014 al Plan Hidráulico del Gobierno de la Ciudad. Dentro de este programa hay otras cuatro obras en la cuenca del Cildañez.
Una es la del ramal Nágera, un conducto de 750 metros que se extiende bajo Castañares entre Escalada y Asturias, en Soldati. Este caño permite evacuar el agua de la zona comprendida por esas avenidas y la autopista Dellepiane, en combinación con el ramal Asturias Sur.
Este último, también finalizado, es
una cañería de 3,50 por 2 metros que comienza en Zuviría y De la Salle, recorre esta última, luego la avenida Asturias, y entra al Parque Indoamericano, donde descarga en el conducto principal del Cildañez. Absorbe el agua del área demarcada por Asturias, Zuviría, Casco, Corvalán, Álvarez, Miralla, la autopista Dellepiane, y las avenidas Escalada y Castañares. Otra obra lista es la del ramal Villa 6, que corre por la colectora norte de la Dellepiane entre Escalada y Asturias, y se conecta en la calle Homero
con un conducto en Horacio Casco.
Por último, al lado del lago Soldati se prepara el Área de Retención Tran
sitoria de Excedentes Hídricos, que abarca un sector de la cuenca en el Indoamericano. Cuando esté terminada, en agosto, recibirá el agua de los ramales cuando el conducto principal del Cildañez esté lleno. Será una suerte de pileta que retendrá el agua. El monto total de inversión es de
$ 223 millones, obtenidos por un préstamo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).