“A mí también me cortaron las piernas porque nací jugando y amo jugar al tenis”
Kicker rompió el silencio mientras espera la sanción definitiva por su presunto arreglo de dos partidos en dos challengers.
Lejos de su Merlo natal, en una habitación de algún hotel europeo, Nicolás Kicker recibió la peor noticia de su vida profesional: la Unidad de Integridad del Tenis decidió sancionarlo provisionalmente por el presunto arreglo de dos partidos en torneos challengers en 2015. El primero en Barranquilla frente al ecuatoriano Giovanni Lapenti y el otro en Pádova cuando enfrentó al coreano Duck Hee Lee.
La reacción fue lógica: tristeza, bronca e incertidumbre acerca de qué será de su vida tenística. Días después sonó el teléfono de Kicker. Y le habló a Clarín aún contrariado por un comunicado que tuvo una rápida repercusión y dejó sin respuestas a todo aquel que conoció su historia.
La información se conoció el 24 de mayo, día en el que se sortearon los cuadros de Roland Garros. El hecho de que su nombre no figurara en el draw principal del segundo Grand Slam de la temporada disparó la primera alarma. Aunque se especuló con su baja debido a “problemas personales”, el comunicado confirmó que Kicker había sido suspendido provisionalmente por el presunto arreglo de partidos.
Si bien el 97° del mundo prefirió no dar detalles acerca del accionar de la ATP para proteger a los jugadores de ese tipo de redes, aseguró que la denuncia vino de parte de un argentino que dio una falsa información. “La persona que dijo eso fue un tenista argentino, pero yo ante el TAS voy a exponer mi caso alegando mi inocencia”, aseguró.
“Me sentí como Maradona en el Mundial del 94; a decir verdad, a mí también me cortaron las piernas porque nací jugando y amo jugar al tenis”, dijo Kicker. Su estado coincide con el momento que vive: la amargura y la tristeza por las que pasa le resultan imposible de ocultar; se lo nota demasiado contrariado y abatido.
A pesar de la lógica reacción por el mal momento, Kicker se mantiene firme en sus convicciones y aseguró que seguirá adelante pese a lo sucedido, luchando tal y como fue característico en su carrera. “No queda otra que seguir adelante y ser fuerte. Todo el mundo sabe qué clase de persona soy; es por eso que estoy tranquilo”, señaló.
Desafortunadamente las redes de apuestas son parte del mundo del tenis. El modus operandi de quienes realizan ese tipo de actividades es siempre el mismo: se acercan por lo general a jugadores que viajan sin compañía de algún entrenador, familiar o amigo y en primera instancia se ofrecen como un supuesto asupiciante o alguien que puede ofrecer llegar a uno de ellos. Pero luego aparece la verdad de la maniobra: ponen sobre la mesa una cierta cantidad de dinero para perder partidos. Las mujeres no son ajenas a estas maniobras. A ellas suelen enviarles regalos o bombones a los hoteles para luego intentar persuadirlas para cometer esos ilícitos.
Según pudo averiguar este diario ese tipo de actividades son frecuentes en los torneos de menor orden, es decir challengers, futures y women’s circuits en los que muchos jugadores todavía realizan sus primeras armas y la necesidad de dinero, sobre todo para los menos pudientes, es algo latente.
Otro factor común en estos casos, y sobre todo con el uso de las redes sociales, son los insultos y las amenazas tanto al jugador como a su familia en darse un resultado no querido por los apostadores.
“Cansan también los mensajes de las personas que tratan de intimidarte, insultarte o incluso amenazarte por redes sociales cuando perdés un partido. Pero con el correr del tiempo aprendí a no darle bola para no hacerme mala sangre”, aseveró Kicker, quien por estos días está a la espera de la sanción definitiva.