La economía en el país y un reflejo que llega desde 1965
La palabra “stagflation” fue institucionalizada por el ministro de Finanzas británico Mc Leod, en 1965, y es el resultado de la combinación entre “stagnation” (estancamiento) e “inflation” (inflación) que es lo que pasaba en esa época en Gran Bretaña.
Nuestro país ha vivido durante mucho tiempo la corriente económica keynesianista, basada en la obra pública como fuente de crecimiento y generadora de fuentes de trabajo. Lamentablemente no se obtuvo el resultado esperado, ya que el verdadero objetivo fue la utilización de esas políticas para desarrollar un aparato de corrupción inédito por su volumen y su alcance. (De Vido, Lázaro, Cristóbal, López, etc.)
Ahora, con las políticas de reducción del gasto público estimuladas por el acuerdo con el FMI, la liberación total del dólar que generó una importantísima devaluación, tarifazos para reducir subsidios, tasas de interés impagables y costos laborales elevadísimos, las empresas, principalmente las pymes, es-
tán ahogadas y reducen stocks, bajan su nivel de actividad, despiden personal, pero fundamentalmente elevan los precios aun a costa de no vender, pero priorizando no vender a pérdida. Es lo que se denomina inflación de costos. La inflación tradicional se origina en aumento de precios a consecuencia de aumento de la demanda, incremento del circulante y acceso al crédito, que no es lo que nos pasa.
La realidad es que la inflación no cede, y el gobierno cambia en cuatro meses sus metas de inflación que arrancó al 10%, inmediatamente se elevó al 15% y ahora fue nuevamente elevada al 20%, pero con una proyección real no menor al 25%. Finalmente, nos encontramos en una situación de estanflación (traducción) que es la peor de las ecuaciones: estancamiento más inflación. Debe hablarse de este tema del que no veo que se hable. Hablarlo para encontrarle una solución, ya que esta situación, de prolongarse, nos llevará inevitablemente a una crisis de la que saldremos con un mucho mayor costo social y llevara muchísimo tiempo.
Luis Cerruti
CONTADOR PÚBLICO NACIONAL (UBA) lcerruti@hotmail.com.ar