Stephen Hawking
Descansa junto a Darwin y Newton
Un mensaje del astrofísico Stephen Hawking, quien murió el pasado 14 de marzo, fue enviado ayer al espacio, luego de la ceremonia del entierro de sus cenizas, en la Abadía de Westminster de Londres, junto a los restos de Charles Darwin e Isaac Newton.
Así lo informó ayer la Agencia Espacial Europea (ESA), que emitió el mensaje de Hawking desde su antena de Cebreros, en España. La composi- ción fue enviada al agujero negro más cercano a la Tierra y tardará 3.500 años luz en llegar a destino. El director de esa estación, Lionel Hernández, confirmó que todo salió según lo previsto.
Las palabras de Hawking que partieron al espacio, fueron acompañadas de un fondo musical compuesto por el músico griego Vangelis, famoso por ser el autor de la banda sonora de la película “Carrozas de fuego”
Para Lucy Hawking, hija del cosmólogo, la acción de la comunidad científica para con su padre constituye “un bello y simbólico gesto que crea un vínculo” entre la presencia de Hawking en este planeta y “su deseo de ir al espacio y sus exploraciones del Universo”.
Amigos del físico, entre ellos el ac- tor Benedict Cumberbatch -que interpretó a Hawking en una serie de la BBC y es popularmente conocido por la serie Sherlock-, el astronauta Tim Peake, el premio Nobel de física 2017 Kip Thorne y el músico estadounidense Nile Rodgers estuvieron presentes junto con la familia y otras mil personas que solicitaron asistir a la conmovedora ceremonia.
Desde los 21 años, Hawking sufrió una enfermedad neurodegenerativa que, poco a poco, lo dejó inmóvil y lo obligó a comunicarse a través de un sintetizador de voz.
La estación de Cebreros es una de las tres antenas de “espacio profundo mundial” que desarrolló ESA. También está Nueva Norcia, Australia, y la de Malargüe, Argentina, según la página web del ayuntamiento de la localidad.
El mensaje hacia el agujero negro más cercano a la Tierra fue transmitido a las 14 hora de ayer hora local (10 de la mañana en Argentina) y según la familia es un “mensaje de paz y esperanza, sobre la unidad y la necesidad de que vivamos juntos en armonía en este planeta”.
Isaac Newton, el descubridor de la ley de la gravedad, fue enterrado en el gran templo londinense donde están ahora las cenizas de Hawking en 1727. Charles Darwin, el padre de la teoría de la evolución, fue sepultado detrás de Newton en 1882.
La última gran personalidad en ser enterrada en la abadía fue el actor Laurence Olivier, en 1989. Y los últimos científicos cuyos restos ingresaron en el panteón fueron los físicos atómicos Ernest Rutherford, en 1937, y Joseph John Thomson, en 1940.
Hawking, que capturó la imaginación de millones de personas en todo el mundo, murió el 14 de marzo a los 76 años. Impulsado al estrellato por su libro de 1988 “Una breve historia del tiempo”, que tuvo un inesperado éxito de ventas, el genio de Hawking conquistó admiradores mucho más allá del complicado mundo de la astrofísica.
Su muerte dio pie a una lluvia de homenajes, de la reina Isabel II a la NASA, que reflejaban su impacto como científico y también como faro de esperanza para las personas afectadas por enfermedades degenerativas.
El servicio de ayer, al que asistieron familiares y colegas, celebró no sólo sus logros como científico, sino también su carácter y resistencia a una devastadora enfermedad. Tres jóvenes que utilizan dispositivos de comunicación electrónica para hablar, al igual que Hawking, también estuvieron en la ceremonia. “Estamos agradecidos a la abadía de Westminster por ofrecernos el privilegio de celebrar un servicio de acción de gracias a la extraordinaria vida de nuestro padre, y por haberle dado un distinguido lugar de reposo final”, dijeron sus hijos Lucy, Robert y Tim. ■