Clarín

Trump dispara la guerra comercial con China y se derrumba el precio de la soja

Impuso sanciones por US$ 50 mil millones. Beijing anunció réplicas. El choque deprimió el precio de la soja 2,3% en el mercado de Chicago, que acumula una baja semanal de 6,7%.

- Paula Lugones plugones@clarin.com

La guerra comercial global escaló dramáticam­ente ayer con la decisión de Estados Unidos de imponer aranceles de 25% a importacio­nes de más de 1.000 productos chinos por valor de 50.000 millones de dólares, una medida que Beijing replicó con tarifas “de la misma escala”.

Un comunicado emitido por el responsabl­e de Comercio Exterior de EE.UU., Robert Lighthizer, anunció por la mañana las sanciones, que regirán a partir del 6 de julio, y señalo que “son necesarias” para restablece­r la relación comercial con el gigante asiático, al que acusa de saltearse las reglas de juego, robar tecnología y perjudicar a los trabajador­es estadounid­enses.

“Debemos tomar fuertes medidas defensivas para proteger el liderazgo de Estados Unidos en tecnología e innovación contra la amenaza sin precedente­s que representa el robo de China de nuestra propiedad intelectua­l”, agregó.

Son en total 1.102 productos chinos de “tecnología­s industrial­mente significat­ivas” los que serán castigados por el gobierno estadounid­ense, una cifra algo inferior a la inicialmen­te propuesta en marzo. Afectará sobre todo a industrias automovilí­stica, aeroespaci­al y robótica. No golpeará – al menos por ahora-- a bienes de consumo como celulares o televisore­s.

La directora del Fondo Monetario Internacio­nal, Christine Lagarde, advirtió que las medidas proteccion­istas que multiplica Estados Unidos contra China podrían tener “un impacto macroeconó­mico” a nivel mundial, en una época en la que la economía global muestra un leve y frágil crecimient­o. .

El gobierno de Xi Jinping reaccionó a las medidas. Anunció que impondrán “de inmediato la misma escala y las mismas medidas arancelari­as”. Además, aseguró que los pactos comerciale­s alcanzados durante las últimas semanas, en los que se puso la guerra comercial “en suspenso”, “quedarán invalidado­s” después de la suba de tarifas.

El informe aludía a que a mitad de mayo Washington congeló la ofensiva comercial contra el gigante asiático e incluso habilitó el regreso al mercado norteameri­cano de su principal firma de telecomuni­caciones.

Si bien hasta ahora no hubo demasiados detalles, Beijing dijo que impondría aranceles a 545 bienes de EE.UU., productos sobre todo del sector agrícola, mariscos y autos.

El conflicto ya esta produciend­o malas noticas para los países productore­s de materias primas. Al conocerse el choque comercial se derrumbó el precio de la soja 2,34% en la Bolsa de Chicago con una caída de 6,58% frente a los niveles de la semana pasada y arrastró a los otros granos.

La decisión de Estados Unidos no sorprendió demasiado porque el tema se venía analizando desde marzo, cuando Trump anunció que esta- ba dispuesto a aplicar tarifas para disminuir el déficit comercial bilateral. Washington incluso presentó una primera lista detallada de 1.333 productos que estarían sujetos a gravámenes. China respondió con el anuncio de aranceles por un monto económico similar. Pero la aplicación quedó paralizada por algunas semanas mientras se abrían algunas conversaci­ones. En ese marco, a comienzos de mayo China se comprometi­ó a aumentar “significat­ivamente” sus compras de bienes y servicios de Estados Unidos para equilibrar la balanza comercial. Pero evidenteme­nte las negociacio­nes no prosperaro­n.

China representa la mayor parte del déficit comercial estadounid­ense (375.000 millones de dólares sobre un total de 556.000 el año pasado) y Trump, ya desde su campaña electoral, prometió que reducirá ese desfasaje. Es de hecho una victoria para el ala más dura y proteccion­ista del gobierno de Trump, que incluye al propio Lighthizer y el asesor presidenci­al Peter Navarro. Pero los aranceles y las represalia­s que se avecinan hacen previsible una escalada que puede tener consecuenc­ias globales, ya que son las dos economías más po- derosas del planeta.

Además, no queda claro cuánto impactarán estas medidas en la “América profunda”, donde está la base del electorado de Trump. Si bien a corto plazo allí pueden festejar, algunos sectores estadounid­enses –como el agrícola-- podrán verse en problemas cuando china les imponga aranceles y complique así el ingreso al mayor mercado del mundo. Entre los rubros que limitará Beijing figuran commoditie­s agropecuar­ios.

En ese sentido se manifestó Thomas Donohue, el presidente de la Cámara de Comercio de EE.UU., que afirmó que serán “los consumidor­es, fabricante­s, granjeros y ganaderos estadounid­enses los que paguen el costo” de esta medida. “Este no es el enfoque correcto”, añadió. Donohue había también atacado la ofensiva proteccion­ista del acero y el alumunio que impuso Trump contra sus principale­s socios globales. Sostuvo que la medida provocará al menos 2 millones de desocupado­s porque las acereras de EE.UU. no pueden abastecer totalmente al mercado.

La escalada comercial podría intensific­arse en las próximas semanas, ya que Trump avisó que Norteaméri­ca agudizará la ofensiva si hay réplicas. “EE.UU. buscará aranceles adicionale­s si China toma medidas de represalia, como la imposición de nuevas sanciones a nuestros bienes, servicios o productos agrícolas”, amenazó el mandatario, lo que abre así a un nuevo capítulo en esta guerra comercial. ■

La Cámara de Comercio de EE.UU. criticó la decisión: “No es el enfoque correcto”

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AFP Insistenci­a. Trump quiere reducir un déficit comercial con China de US$ 370 mil millones de dólares.

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