El peronismo opta por la cautela ante las cimbronazos en el Gobierno
Mauricio Macri sacudió su gabinete y removió a uno de los ejecutores de la medida que le valió su última derrota política. El "tarifazo", que Juan José Aranguren instrumentó desde el Ministerio de Energía, logró la unidad legislativa del panperonismo.
Todos: de Diego Bossio a Axel Kicillof, de Miguel Angel Pichetto a Cristina de Kirchner. Un ensamble que parece imposible en términos electorales pero que, mas temprano que tarde, puede volver a abroquelarse en el Congreso.
La salida de Aranguren y de Francisco Cabrera, de Producción, tuvieron algunos guiños del PJ. El salteño Juan Manuel Urtubey dijo tener un "excelente concepto" de Dante Sica y Javier Iguacel, y que espera que "puedan activar" esas áreas de gobierno.
"Espero que los cambios sirvan para que el gobierno pueda activar esas dos áreas, que son súper trascendentes, sobre todo para regiones como la nuestra, que necesitan mucho en ma- teria de políticas productivas que hagan crecer a la economía", dijo el mandatario salteño durante la conmemoración del 197° aniversario de la muerte de general Martín Miguel de Güemes.
Urtubey opinó sobre los cambios - también lo hizo Juan Manzur, gobernador de Tucumán- pero la regla general del peronismo ha sido, hasta acá, ni meterse en esos asuntos que entienden que responden a decisiones autónomas de la Casa Rosada.
Lo puntualizó Manzur. "Ante una situación tan difícil, espero que el gobierno encuentro el rumbo correcto por el bien de todos", dijo el gobernador a medios tucumanos.
Para el gobierno no es un tema relevante que los gobernadores festejen los cambios de ministro: la urgencia, por esas horas, se concentra en lograr que avance sin trabas serias el pliego de designación de Luis Caputo como presidente del Banco Central.
En Casa Rosada dicen que todavía no se pudo "trabajar" sobre ese tema en la relación con el Senado y los gobernadores. Levantan la promesa de Pichetto que luego de la sanción de la ley antitarifazo, luego de la embestida del gobierno contra su bloque, pareció recomponer el diálogo con el oficialismo.
Hubo, si, voces críticas desde la trinchera legislativa, tanto del Frente Renovador como del Frente para la Victoria. Las dos usinas se mostraron en la misma línea: “Si no hay cambio en el rumbo económico es el juego de la silla, salen y entran y nada cambia”, dijo el diputado Fernando Asencio.
En tanto, Agustín Rossi, jefe del bloque de diputados del FpV, sostuvo que los cambios en el Gabinete no son "una cuestión de nombres", porque "el problema es la política económica".
"Macri apela al gatopardismo: cambiar algo, para que no cambie nada. Sica no va a empezar una política de aliento a las exportaciones, de freno a las importaciones o de aliento a la industria y a la producción", opinó el diputado Rossi.
También alertas de los gobernadores sobre el rumbo de la economía y debates calientes que se vienen.
"Quiero ser cauto y espero que la cosa se pueda encarrilar porque la verdad es que lo que la Argentina necesita es certidumbre", sostuvo Urtubey, al tiempo que se mostró en contra del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Veo con preocupación la situación del sistema financiero porque tiene impacto sobre la gente" agregó Manzur. ■