Clarín

Dolor en Nicaragua en el entierro de una familia asesinada

Masacre. El sábado seis personas murieron calcinadas por un ataque de paramilita­res vinculados a Ortega.

- DPA Y AFP

La violencia no cesa en Nicaragua. Al menos 215 personas han muerto desde que iniciaron las protestas contra el presidente Daniel Ortega hace dos meses, informó Álvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüen­se Pro Derechos Humanos (ANPDH). Leiva dijo a periodista­s que la muerte más reciente ocurrió hoy en Masaya, al este de Managua, donde un joven fue baleado por policías y paramilita­res al intentar incursiona­r en la ciudad que se mantiene bajo control de manifestan­tes y pobladores civiles.

“Tenemos hasta hoy 215 ciudadanos asesinados por el Gobierno y sus órganos paramilita­res que están enlutando al país con una desmedida y brutal agresión”, afirmó. La ANPDH contabiliz­aba 200 fallecidos hasta el pasado viernes.

El Gobierno de Nicaragua registra 46 muertos desde que comenzó el conflicto el 18 de abril, de acuerdo a datos de la policía.

Según Leiva, el nuevo recuento de la ANPDH incluye a seis miembros de una familia, incluyendo dos bebés, que fueron quemados vivos el sábado dentro de una vivienda en Managua. Los vecinos dijeron haber visto a policías y paramilita­res incendiar la casa, pero el Gobierno acusó a “delincuent­es de la derecha”.

Cientos de personas sepultaron ayer a la familia asesinada, de cuya muerte culpan a grupos apoyados -según dicen- por la policía. “Eran hombres armados que andaban con fusiles, en una camio- neta. Yo me tiré del balcón y todavía trataron de matarme pero no pudieron. Los niños lloraban pidiendo auxilio”, dijo en el entierro una sobrevivie­nte, Cinthia Velázquez.

“Yo misma vi la camioneta con la policía y todos los armados”, dijo la mujer. “¡Gobierno mentiroso, hipócrita, que se vayan estos señores del poder. Malditos desgraciad­os que atacan al pueblo!”, gritó la gente cuando sepultaron a la familia en un cementerio de Managua.

La masacre, tildada como la más brutal registrada en Nicaragua durante las protestas, fue condenada por la OEA como un crimen de “lesa humanidad”.

Sobre la situación en Masaya, a 25 kilómetros de Managua, Leiva dijo que policías y paramilita­res atacaron esta madrugada a manifestan­tes atrinchera­dos en barricadas y que tres personas resultaron heridas por impactos de bala y morteros (bombas caseras). Otras cinco personas fueron detenidas en la vecina localidad de Nindirí y se desconoce su paradero, agregó el director de la ANPDH. Asimismo, el activista denunció una “campaña de odio” contra al menos cuatro sacerdotes católicos en Masaya, a quienes el Gobienro acusa de proteger a los opositores. Leiva dijo que tales acusacione­s son falsas y que los religiosos han sido víctimas de “hostigamie­ntos y amenazas de muerte”. En medio del dolor, el diálogo reabierto el viernes entre el gobierno y la oposición logró avanzar el sábado en la discusión de la agenda de democratiz­ación, que incluye la propuesta de adelantar las elecciones presidenci­ales de 2021 a marzo de 2019. ■

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AP Muerte. El féretro de uno de los miembros de la familia calcinada.

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