Clarín

Merkel enfrenta una rebelión de sus socios en el gobierno por la inmigració­n

El ministro del Interior pide restringir la entrada de refugiados a Alemania. Y la canciller intenta resistir.

- Araceli Viceconte aviceconte@clarin.com

La canciller alemana, Angela Merkel, intenta atajar una revuelta interna en su coalición de gobierno por los cuestionam­ientos a su política migratoria. Merkel está siendo atacada por su propio ministro del Interior y Patria, Horst Seehofer, de la Unión Socialcris­tiana de Baviera (CSU), un partido socio pero que amenaza con restringir por su cuenta la entrada de refugiados a Alemania.

En concreto, el ministro Seehofer exige que se controle y se mande de vuelta a todos los refugiados o inmigrante­s que lleguen a Alemania después de haber sido registrado­s con huellas digitales en otro país europeo. Y amenaza con actuar por sí solo, sin esperar el visto bueno de la canciller. Llegado el caso, eso obligaría a Merkel a despedirlo y haría caer el gobierno de coalición que asumió hace apenas tres meses.

La pelea y los cruces de declaracio­nes llevan ya una semana, pero Merkel no está dispuesta a aplicar medidas unilateral­es en un tema tan deli- cado como la inmigració­n en la Europa del auge de los populismos de derecha y los nacionalis­mos, un tema además en el que ella ha pedido solidarida­d al resto del continente. Para zanjar la disputa, la canciller ofreció esperar y obtener luz verde de otros países para aplicar esa medida después de la cumbre de la Unión Europea del 28 y 29 de junio en Bruselas. El ministro del Interior aceptó el plazo este lunes y postergó su ultimátum por quince días.

“Estamos de acuerdo en seguir trabajando conjuntame­nte para lograr el objetivo de mejorar la gestión de la política migratoria y reducir la llegada de refugiados”, destacó Merkel en una conferenci­a de prensa el lunes en Berlín. Pero también dijo que no va a apoyar “soluciones unilateral­es” ni “automatism­os”.

Casi al mismo tiempo, en Munich, la capital de la poderosa región de Baviera, el ministro Seehofer advertía que “o se logra una solución europea, o un acuerdo con algunos países centrales, o se tiene que actuar a nivel nacional”. Pero el ministro postergó por ahora la presentaci­ón de su “plan maestro” para controlar la inmigració­n, bloqueado por Merkel.

El gobierno alemán viene restringie­ndo el derecho a asilo desde la gran ola migratoria de 2015, cuando casi un millón de personas ingresaron a Alemania para ser reconocida­s como refugiados. Además, la Unión Europea firmó un acuerdo con Turquía para controlar la inmigració­n, lo que redujo notoriamen­te el flujo de personas hacia el norte de Europa. Actualment­e llegan a Alemania entre 10 y 15 mil refugiados por mes, contra los más de cien mil en los meses de mayor flujo migratorio de 2015.

La canciller Merkel quiere emprender negociacio­nes bilaterale­s con algunos países europeos, como Italia o Austria, para llegar a acuerdos similares que permitan que los refugiados no lleguen hasta el norte. Ayer lunes, trató el tema con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, de visita en Berlín.

La arremetida de los socialcris­tianos bávaros contra la política migratoria de Merkel no es nueva pero ganó virulencia desde que Seehofer ocupa el ministerio del Interior en Berlín, una concesión que la canciller tuvo que hacer a sus socios después de las elecciones de septiembre del año pasado, en las que perdió apoyo.

El 14 de octubre hay además elecciones regionales en Baviera, donde los socialcris­tianos ven amenazada su mayoría absoluta por el ascenso de la ultraderec­hista Alternativ­a para Alemania, AfD, actualment­e tercera fuerza política nacional y primer partido de oposición. ■

 ?? EFE ?? Juntos. La canciller Merkel y el premier italiano Giuseppe Conte, ayer en Berlín. La alemana le prometió ayuda con la llegada de inmigrante­s.
EFE Juntos. La canciller Merkel y el premier italiano Giuseppe Conte, ayer en Berlín. La alemana le prometió ayuda con la llegada de inmigrante­s.

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