Huelga de hambre por 32 cuchillos y un cordero
Es lo que pide el líder mapuche que le dejen entrar a la cárcel para festejar el año nuevo de su comunidad.
El líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) Francisco Facundo Jones Huala mantiene una huelga de hambre desde hace 21 días en reclamo de que le dejan entrar más de 32 cuchillos (cuatro ceremoniales), 34 parientes y amigos, dos parrillas y carne de cordero a la cárcel de Esquel, a fin de festejar el año nuevo mapuche.
Luego de que se conociera la polémica entre la familia de Jones Huala y el Servicio Penitenciario Federal (SPF) sobre el estado de salud del detenido, se conoció la lista de pedidos para celebrar el 29 de junio el “wiñoy tripanto”, el año nuevo mapuche. Muchos de los elementos solicitados no están permitidos porque vulneran la seguridad del penal de Esquel.
En fuentes judiciales se explicó a Clarín que tanto el Ministerio de Justicia como el SPF, que dirige Juan Mahiques, se promueve y respeta la diversidad cultural “siempre que se ajusten a las normas de seguridad y convivencia de los establecimientos penitenciarios”. El problema es que Jones Huala quiere ingresar “elementos cortantes como cuchillos que ponen en peligro la seguridad de los internos y del propio Jones”.
En una lista confeccionada a mano, el mapuche -que tiene un pedido de extradición de Chile por un incendio intencional- incluye 28 vasijas ceremoniales, 4 cañas de colihue para banderas, 4 cuchillos ceremoniales, lana, leña, mirday (bebida de ofrenda y alimento), ramas de maitén y 2 rebenques. En la parte de instrumentos musicales solicitó 3 “kultrum”, varias “pifilkas”, “trompes” y “kulkul”, entre otros. Además, requirió 28 platos, fósforos, 2 parrillas, 28 cuchillos, 28 cucharas, 28 tenedores y 28 sillas. Para alimentarse solicitó carne (en un principio se habló de un cordero), ajo, batatas, papas, zapallos, tortas fritas, dulces y cebollas, informaron fuentes judiciales.
Según las fuentes, Jones Huala escribió en la nota dirigida al jefe de la Unidad 14 de Esquel, que “el levantamiento y no endurecimiento de la huelga quedara sujeto a la autorización de dicho evento”.
En un comunicado, el SPF informó que se “autoriza el festejo propiciado, siempre y cuando las condiciones no alteren el normal desarrollo de las actividades de la unidad, sin vulnerar la seguridad del establecimiento y el resto de la población allí alojada”.
Fuentes gubernamentales explicaron a este diario que se le permitirá una ceremonia según su cultura, pero en la lista “pidió el ingreso de dos parrillas, de bebidas alcohólicas –que no están permitidas-, y de cuchillos, que están prohibidos”. La clave está en si Jones Huala acepta negociar y baja estos elementos prohibidos de su lista.
Ayer la promesa del gobernador chubutense, Mariano Arcioni, de que Jones Huala podrá celebrar su rito de fin de año, puso fin a la toma simbólica de la casa chubutense en Buenos Aires que realizó la presidenta de Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Aunque la cárcel de Esquel depende del gobierno nacional y no de la provincia. Bonafini también habló por teléfono con Jones Huala: “toma agua, querido, no te dejes morir”, le suplicó.
“Sabemos lo que es la represión, el dolor y el horror, pero sabemos lo que uno vale cuando está vivo. Ellos van a estar felices si te morís, por favor escuchanos”, fue otra de las frases de Bonafini en su charla con el líder de la comunidad mapuche Resistencia en Cushamen, en el oeste de Chubut.
Sin embargo, el SPF informó que tras un control médico realizado el martes, Jones Huala (32 años) “deambula por sus propios medios, se encuentra hemodinámicamente estable y con una muestra de signos vitales dentro de los parámetros normales, sin descompensaciones”. El líder mapuche empezó una huelga de hambre el 30 de mayo, a la que el 16 de junio el sumó su decisión de no tomar líquidos. Hasta el momento perdió unos 10 kilos de peso.
La negativa a la realización del “Wiñoy Tripanto” dentro del penal junto a integrantes de su comunidad fue decidida por la Cámara Federal de General Roca. ■
El Servicio Penitenciario autorizó el festejo, pero “sin vulnerar la seguridad” del penal