Clarín

Crece el debate por la objeción de conciencia

Es un reclamo de más de una decena de clínicas privadas. Afirman que negarlo es "un atentado contra la libertad". Piden que el Senado revise este aspecto de la ley.

- Rosario Medina y Julieta Roffo

CLÍNICAS PRIVADAS Y LEY DE ABORTO El director del Hospital Austral, Fernando Iúdica, dijo que así como está “la ley es un atentado contra la libertad”. Y detalló que no harán prácticas que van contra su ideario. Otras clínicas privadas se pronunciar­on en contra de que se prohíba la objeción de conciencia institucio­nal. Y, desde la Cámara que las nuclea, dijeron que habrá “problemas operativos para hacer cumplir la ley”. En el Interior también hay cuestionam­ientos a la figura. Un grupo de senadores busca modificar el proyecto.

Luego de que la Cámara de Diputados otorgara media sanción al proyecto de legalizaci­ón del aborto, más de una decena de clínicas, hospitales y sanatorios adelantaro­n su exigencia de que exista la objeción de conciencia no sólo individual -prevista en el proyecto- sino también la institucio­nal. Así lo manifestar­on, entre otros, la Casa Hospital San Juan de Dios, la Clínica San Camilo, la Clínica Bazterrica, la Clínica y Maternidad Santa Isabel, la Clínica Del Sol, la Fundación Fleni, el Hospital Univer- sitario Austral y el Sanatorio Mater Dei. Se sumaron institucio­nes como el Hospital Privado Universita­rio de Córdoba, todos los médicos del Hospital Materno Neonatal de Misiones, y este viernes habrá una marcha en apoyo a los médicos del área de Ginecologí­a del Hospital de Iturraspe, de Santa Fe, que en su totalidad se oponen a realizar la práctica. La presión por la inclusión de la objeción de conciencia institucio­nal crece mientras el Senado se prepara para empezar a debatir el proyecto de ley.

"Es un atentado contra la libertad", dice a Clarín Fernando Iúdica, director del Hospital Austral respecto del proyecto que obtuvo media sanción y que no contempla la objeción de conciencia institucio­nal aunque sí la individual. "La objeción de conciencia personal es difícil de llevar a cabo. Normalment­e podía hacerse antes de un acto médico que no estaba en línea con los ideales del profesiona­l. Ahora va a haber un registro, que va a llevar sus tiempos. Desde la institució­n buscamos una objeción insti- tucional: es apuntar a buscar la libertad", sostiene el titular del Hospital Austral, y suma: "El proyecto de ley habla de la autonomía, la libertad y la integridad de una persona. Esos mismos derechos se han revertido: se tiene derecho a abortar pero no a decir 'yo no lo hago'".

"Buscamos que los senadores revisen este aspecto de la ley, que accedan a que las institucio­nes que no están de acuerdo con la práctica, no tengan que hacerla. Va a ser muy difícil obligar a alguien a hacer algo que no quiere hacer", advierte Iúdica. Si el Senado modifica algún artículo del proyecto que tiene media sanción, los diputados deberán volver a votar.

El diputado Daniel Lipovetzky, presidente de la comisión de Legislació­n General y coordinado­r de las audiencias por las que pasaron 738 expositore­s, explica: "Durante el debate entre los diputados que impulsábam­os la legalizaci­ón, la objeción de conciencia fue tal vez el tema más debatido. Pensábamos que existía la posibilida­d de que una institució­n privada quisiera ser objetora, y para eso contemplam­os que pueda derivar el caso, es decir, que el aborto no se haga ahí, pero que esa institució­n deba controlar que la práctica se realice. Si un sanatorio o clínica privados no quieren hacer abortos, deberán tener armado un sistema de derivación. Creemos que el proyecto que se votó permite así ser objetor pero sin deslindars­e de la responsabi­lidad".

En los hospitales públicos, asegura Lipovetzky, "siempre tendrá que haber quien garantice la práctica porque el Estado es garante". "Ya les transmitim­os a los senadores que nosotros -se refiere al grupo que conforma con más de una decena de diputadas y que impulsó la legalizaci­ón- estamos disponible­s para explicarle­s cada punto y coma del proyecto. Lo que no hay que hacer es permitir estrategia­s dilatorias", concluye. Gerardo Bozovich coordina la comisión de Dirección Médica de Adecra-Cedim, que agrupa a la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina y a la Cámara de Entidades de Diagnóstic­o y Tratamient­o Ambulatori­o. "La redacción del proyecto implica la obligatori­edad para privados y públicos, pero los privados no tienen todos los servicios para responder a esos requerimie­ntos. En las institucio­nes privadas, la mayoría de los médicos no son empleados, por los que no están obligados a responder a los requerimie­ntos del director. Eso pone a los directores en una dificul

tad operativa bajo amenazas de sanciones y cárcel", sostiene.

"La ley que se ha propuesto obliga a todo establecim­iento sanitario, también privado, incluso confesiona­l, a la realizació­n de la interrupci­ón voluntaria del embarazo. Al mismo tiempo, prohíbe toda objeción basada en el ideario fundaciona­l de algunas de nuestras institucio­nes", sostiene el comunicado que firmaron, entre otras institucio­nes, Mater Dei, San Camilo y San Juan de Dios. El Hospital Iturraspe de Santa Fe, cuyos médicos se declaran objetores, es la institució­n que se negó a practicarl­e un aborto legal a Ana María Acevedo en

2007. La joven había sido diagnostic­ada con cáncer y durante el embarazo no se le podía administra­r ni quimiotera­pia ni rayos, lo que ponía en riesgo su vida. Los médicos le practicaro­n una cesárea a los cinco meses de gestación, la beba vivió 17 horas y Ana María murió semanas después. "Cuando la ley esté vigente, nos

ajustaremo­s a ella. Los médicos decidirán particular­mente y nosotros como institució­n cumpliremo­s la ley", cuenta Jorge Tiva, a cargo de la gerencia del grupo ASE - Medifé, que administra el Sanatorio Finochiett­o.

El Papa también salió al cruce de la media sanción del proyecto de legalizaci­ón del aborto, al decir que en algunos casos esa práctica plantea "lo mismo que hacían los nazis para cuidar la raza", pero "con guantes blancos". Francisco aseguró: "Está de moda, es habitual. Cuando en el embarazo se ve que quizás el niño no está bien o viene con cualquier cosa, la primera oferta es '¿lo tiramos?'. El homicidio de los chicos. Para resolver una vida tranquila, se tira un inocente". En rigor, el proyecto que obtuvo media sanción despenaliz­a el aborto en cualquier instancia de gestación sólo cuando el feto es incompatib­le con la vida extrauteri­na y no innova sobre las otras causales de no punibilida­d establecid­as en 1921.

 ?? MARIO QUINTEROS ?? En equipo. Fernando Iúdica, director del Hospital Austral, junto a parte del plantel médico. Afirma que la ley tal como está planteada avasalla sus derechos.
MARIO QUINTEROS En equipo. Fernando Iúdica, director del Hospital Austral, junto a parte del plantel médico. Afirma que la ley tal como está planteada avasalla sus derechos.

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