Clarín

El equipo de Macri tomó nota: “El mercado siempre premia la humildad”

Señal. Ahora que llegó el tridente ‘FMI-paquete Caputo-MSCI’, el Gobierno admite que necesita más disciplina fiscal.

- Ezequiel Burgo eburgo@clarin.com

“El mercado siempre te devuelve la humildad”, reza una máxima de Morten Arisson, un economista canadiense, pertenecie­nte a la escuela austríaca -liberal, bajo los estándares argentinos- y autor del libro ‘Invirtiend­o en la era de la democracia’.

La frase de Arisson, que de por sí invita a reflexiona­r sobre nuestras conductas cotidianas, viene a cuento de lo que reconoció hace sólo unas horas el titular del Banco Central, Luis Caputo. Sus palabras fueron publicadas por Clarín en la edición de ayer. “Si alguien le tiene respeto al mercado soy yo”, respondió cuando se le preguntó si no estaba confiado con la estabilida­d del dólar tras las jornadas del lunes y martes, al menos en comparació­n con las semanas anteriores. Caputo había lanzado una serie de medidas, entre ellas, una subasta de divisas y cambios en las tenencias y regulacion­es de los bancos. Además, ayudaron la llegada de US$ 15.000 millones del FMI y la colocación de US$ 4.000 millones el lunes por parte de Hacienda y Finanzas.

Pero volviendo a Caputo. El titular del BCRA prefiere hoy por hoy atajarse. Al menos por el momento. No sólo no da por superada la turbulenci­a en el dólar, sino que, como dicen los más chicos, afirma que el mercado le puso los puntos a la Argentina. “A muchos les gusta ver que uno se pone delante del problema”. Y agregó: “Hoy estamos en una situación, en este conflicto, que nos llevó a un punto donde tomamos decisiones que tal vez habíamos postergado como, por ejemplo, llegar más rápido al equilibrio fiscal”.

Hoy la economía tiene los mismos problemas que ayer. Y mañana también. Durante dos meses los argentinos nos pasamos discutiend­o un tema de ingeniera financiera, para ver sólo si el Gobierno conseguía los fondos suficiente­s como para llegar con nafta a 2019. Nada hablamos sobre cómo mejorar el acceso de los productos argentinos al mundo o bajar los costos. La agenda del corto plazo, o más bien del brevísimo plazo, le ganó (como tantas veces en este país) a la agenda que es la única que permite hacer crecer a los países: la del mediano plazo, que otorga previsibil­idad y credibilid­ad a las economías.

Un tipo de cambio con movimiento­s bruscos no transmite certidumbr­e. Se acortan los plazos de tomas de decisiones y las empresas celebran contratos por lapsos más breves. Por temor, muchas de ellas, se anticipan y remarcan los costos. La economía se vuelve entonces una caja que transmite intranquil­idad. ¿Acaso quién no se preguntó en los últimos dos meses ‘qué pasa con el dólar’?

De ahí que el Gobierno procure estabiliza­r el mercado cambiario en estos días. Será de la mano de las tres noticias que llegaron en las últimas horas.La aprobación del stand-by con el FMI por US$ 15.000 millones, el paquete Caputo acordado con los bancos y agroexport­adores -que llevó algo de oxígeno al mercado cambiario los días lunes y martes-, y finalmente la recategori­zación de la Argentina como mercado emergente por parte de MSCI. JP Morgan estimó hace unas semanas que podrían ingresar unos US$ 5.500 millones como consecuenc­ia de esto último. Anoche, Morgan Stanley decía unos US$ 3.400 millones. ¿Llegarán?

A cambio, el equipo económico sabe que ahora necesita mostrar resultados. Su discurso y aproximaci­ón a la agenda hoy son diferentes a los que exhibía cuando empezaron las turbulenci­as a mediados de abril: ajuste fiscal más acelerado en lugar de gradualism­o. Los salarios caerán en 2018.

El mejor escenario posible para el Gobierno sería mostrar brotes verdes en el verano de 2019. Así lo vislumbran. Pero no lo dirán. “En el mercado, cuanto más uno se agranda, se cae luego de más arriba”, dijo Caputo. Casi como Arisson. La humildad siempre vuelve. ■

La economía tiene los mismos problemas. Pero el discurso y la actitud del Gobierno cambiaron.

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