Clarín

El Gobierno tiene su plan de ajuste para las provincias: menos obra pública y fondos

La baja del déficit genera tensiones con los gobernador­es y también en la Rosada. Promesa de no tocar el gasto social. Amenaza de prorrogar el Presupuest­o 2018.

- Guido Carelli Lynch cgarelli@clarin.com

Menos obra pública, menos partidas discrecion­ales para las provincias, menos gastos operativos del Estado y paritarias acotadas conforman la hoja de ruta que el Gobierno trazó para reducir el déficit y cumplir el compromiso con el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI). “Es un poco de todo sin tocar el gasto social”, afirman en el fortalecid­o Ministerio de Hacienda.

En las últimas semanas, sin embargo, en varios despachos oficiales se repitió como un mantra que los gobernador­es deberían acompañar los esfuerzos del Gobierno y ajustar sus propios números. Varios gobernador­es indignados levantaron el teléfono y llamaron a la Casa Rosada. Insistiero­n en los últimos días con un proyecto que el propio Ejecutivo ofreció a la oposición para que bajara el proyecto antitarifa­s: trasladar el control de las concesione­s eléctricas Edesur y Edenor a la ciudad de Buenos Aires y a la Provincia. Esa idea generó malestar cerca de Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal.

Por las dudas, en el Ejecutivo se atajan. “Las provincias no van a compartir ningún ajuste. Eso es una pavada que salió de Hacienda”, dijo -con palabras menos elegantes- uno de los principale­s negociador­es oficiales con los gobernador­es y el peronismo. “El Fondo no pide que ajustemos nada en la provincias, solo pide que el déficit sea de 1,3 por ciento. Es un numerito. Y vamos a llegar como tengamos que llegar”, sentenciar­on en el Ministerio del Interior.

Uno de los funcionari­os que viajó a Washington a negociar el crédito de US$ 50 mil millones rechazó la imputación y habló de malentendi­do, pero reconoció que sí le extendiero­n a los delegados de Christine Lagarde una proyección de los presupuest­os provincial­es, en el que se aprecia una reducción de gastos de las administra­ciones provincial­es. “Es una proyección de ejecución fiscal de las provincias estimado en función de que cumplan el pacto de responsabi­lidad fiscal”, precisó el funcionari­o.

Nicolás Dujovne y Rogelio Frigerio coinciden en que será necesario acelerar la reducción de los envíos de fondos discrecion­ales a las provincias, un camino que el Ejecutivo ya había empezado a recorrer. La mayoría de los gobernador­es deberán valerse con las transferen­cias automática­s que crecieron exponencia­lmente en comparació­n a los últimos años, por el fallo de la Corte Suprema y por necesidad política. El Ejecutivo envía $ 200 mil millones de fondos automático­s más que el Gobierno anterior. “Las provincias que peor están son las que más recibieron durante el kirchneris­mo. Las más ordenadas son las que menos recibieron”, razonan cerca de Dujovne.

De todos modos, hay coincidenc­ias. Jujuy era con Cristina Kirchner y sigue siendo con Mauricio Macri uno de los distritos más “privilegia­dos”. “Las proporcion­es de aportes ahora variarán. Algunos gobernador­es se habían acostumbra­do a contar con un presupuest­o aparte a través de las transferen­cias. Como máximo los aportes podrán equivaler al 20% del presupuest­o provincial”, calculaban en Hacienda.

En la Casa Rosada confían en que las provincias patagónica­s -de las más dependient­es de Nación- se equilibrar­on gracias a las paritarias cero. Esta semana el gobernador de Chubut Mariano Arcioni amenazó con declararse en default.

Los gobernador­es y Nación estudian qué obras nacionales privilegia­r. Un ministro que responde al jefe de Gabinete Marcos Peña repetía alegrement­e que la merma de obras nacionales podría cubrirse con los nuevos proyectos de Participac­ión Público Privado (PPP).

Pero otro integrante del Gabinete con peso propio lo negó rotundamen­te. “Las PPP tienen atractivo para el centro del país. Una obra en Catamarca no seduce a los inversores, no tiene retorno”, explicaba. Sí esperan - en Interior afirman que ya es así- que los gobernador­es absorban obras. En Jefatura de Gabinete esperan que tomen crédito ante organismos multilater­ales, como la CAF o el BID. “Hay cosas sin sentido que no podemos hacer más, que el Estado se endeude para financiar obras provincial­es que no se terminan de hacer y nos que-

damos con la deuda”, explicó un secretario del área económica.

Programas nacionales que se tramitan a través de las provincias están en revisión, incluidas las pensio

nes por discapacid­ad. Los subsidios y las empresas estatales también sufrirán drásticos recortes.

En el Gabinete explican que el ajuste será menor en 2019 en comparació­n a 2018. "Bajamos un 0,2% más este año que lo previsto para el año que viene", dijo un ministro. El razonamien­to es algo engañoso, porque se calcula en función al PBI y al crecimient­o de éste, estimado en 1,5 puntos para el año que viene.

En el ala política y en la económica están seguros de que la devaluació­n del peso no ayudará a licuar los gastos del Estado. La inflación que traería aparejada mejoraría la recaudació­n en el corto plazo, pero nadie quiere cambiar el índice que más le preocupa a Macri.

El Presidente descartó firmar un decreto para que ningún funcionari­o del Ejecutivo cobre un sueldo más alto que el suyo. “Son nada más que mil funcionari­os de organismos descentral­izados, era demasiado que firmara un decreto”, explicaron sus colaborado­res. La negociació­n paritaria en AFIP -uno de esos entes- y el recorte en algunas dependenci­as provincial­es también dilató esa decisión.

El ministro de Modernizac­ión An-

drés Ibarra tiene en la mira a esos organismos. Creen que es uno de los pocos lugares donde tiene margen para recortar personal, en medio de los rumores de despidos en la agencia estatal Télam. Pero relativiza­n el impacto fiscal de esas medidas “Si se fueran todos los empleados y funcionari­os del Estado y quedara solo Macri, el presupuest­o solo bajaría el 11%”, reflexiona­n en el Ejecutivo. Desde que asumió Macri, alrededor de 50 mil empleados se fueron del Ejecutivo e ingresaron cerca de 20 mil. En Modernizac­ión creen que -en ese sentido- tienen más para “aportar a la causa” en la Justicia, en el Congreso y en las provincias y municipios. Frigerio lo niega. “Nosotros vamos a asumir los costos”, sostiene en la intimidad. El ministro no quiere tensar la relación con los gobernador­es antes de discutir el ajuste que se reflejará en el Presupuest­o 2019.

Si no hay acuerdo, el Gobierno prorrogará el de este año. “Vamos a cumplir el 1,3% con o sin el presupuest­o”, afirman en Balcarce 50. A los negociador­es argentinos ante el FMI se les eriza la piel. “Institucio­nalmente no es bueno, no le sirve a nadie”, se lamentan.

En dos semanas Frigerio retomará las negociacio­nes bilaterale­s con los gobernador­es. Más adelante Macri los recibiría a todos juntos.

Las pensiones por discapacid­ad y otros programas están en revisión.

 ??  ?? Mesa grande. Macri planea volver a reunirse con todos los gobernador­es cuando las negociones estén avanzadas. Antes, el ministro Frigerio retomará los encuentros bilaterale­s.
Mesa grande. Macri planea volver a reunirse con todos los gobernador­es cuando las negociones estén avanzadas. Antes, el ministro Frigerio retomará los encuentros bilaterale­s.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina