El ex baterista de Callejeros volvió a casarse en la cárcel
Contrajo enlace con una mujer presa, a la que conoce desde la adolescencia, según el Servicio Penitenciario.
Eduardo Vásquez (42), el ex baterista de la banda de rock Callejeros, que fue condenado a cuatro años de prisión por estrago culposo por la tragedia de Cromañón, volvió a casarse el último martes en la cárcel de Ezeiza. Allí cumple otra condena a prisión perpetua por el femicidio de su esposa Wanda Taddei, cometido en 2010. A Taddei, Vásquez la prendió fuego tras rociarla con alcohol. La mujer, que rá- pidamente se convirtió en un símbolo de la lucha contra la violencia de género, murió luego de una agonía de once días.
La flamante esposa del músico, de nombre Alba, también se encuentra presa en Ezeiza, más precisamente en el Complejo Federal 4. Según se supo, ambos se conocían desde la adolescencia y se reencontraron en la cárcel. Ayer, la agencia de noticias Télam difundió un cable en el que contaba que Vázquez escribió una carta para explicar el presente que atraviesa y la difundió por redes sociales. En ese texto, según afirma Télam, Vásquez cuenta que dentro del Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza, se reencontró con Alba, a quien llama “su compañera en la actualidad”. Dice que ambos fueron vecinos durante la adolescencia y agrega: ““Hoy la vida nos encuentra a ambos presos por errores cometidos en el pasado, pero esto no nos limitó para amarnos, elegirnos de nuevo; hoy para construir un proyecto de vida y de familia juntos. Hoy confiamos, creemos y lo concretamos ante el sagrado acto que significa el matrimonio”, escribió. La agencia de noticias dice que en la carta Vásquez también le agradece al Papa Francisco por el acompañamiento. La veracidad de la misiva, sin embargo, no fue confirmada ni por los allegados del músico ni por sus fans ni en redes sociales.
En cambio, fuentes del servicio penitenciario le confirmaron a Clarín que la boda se desarrolló en la capi- lla del Complejo Federal 1 ante la presencia de una jueza. Luego, hubo una pequeña celebración.
“El tiene derecho a tener una vida, a estudiar, a casarse; mi hija no tiene ningún derecho, está bajo tierra”, ironizó Jorge Taddei, padre de Wanda, al enterarse de la noticia. El hombre no dudó en decir que la nueva pareja de Vásquez está “en peligro”. “Ojalá que no, pero en algún momento podemos escuchar sobre una reincidencia. No que llegue a un femicidio, pero sí a violencia”, sostuvo en diálogo con Canal 9.
Tras remarcar que “el asesino Vásquez está condenado a perpetua con un cumplimiento efectivo de 35 años” (el crimen de su hija, Cromañón y la tenencia de una planta de marihuana), Taddei afirmó que “este tipo de violentos no tienen marcha atrás, son como los violadores”.
En ese sentido, hizo un paralelismo con el caso de Carolina Aló, la joven asesinada de 113 puñaladas por su novio Fabián Tablado en 1996. “El asesino está preso en este momento no por haberla matado. Volvió a atacar a su nueva esposa, a su segunda oportunidad”, precisó.
El 10 de febrero de 2010, tras una discusión en la vivienda que compar- tían en el barrio porteño de Mataderos, Vásquez roció con alcohol a su esposa y la prendió fuego con un encendedor. El músico siempre sostuvo que se trató de un accidente. En ese sentido, dijo que su pareja se mojó tras intentar golpearlo con una botella de alcohol y que se incendió cuando él prendió un cigarrillo.
Tras agonizar por once días, Taddei murió el 21 de febrero en el Hospital de Quemados. Fue solo tres días antes de su cumpleaños 31.
El caso llegó a juicio dos años después. El 14 de junio de 2012, el Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 20 lo condenó por homicidio agravado por el vínculo matrimonial.
Sin embargo, el TOC 20 sostuvo que Vásquez actuó bajo un estado de emoción violenta, una circunstancia que el Código Penal considera como atenuante, por lo que decidió sentenciarlo a 18 años de prisión y no a perpetua.
El 18 de septiembre de 2013, la Cámara Federal de Casación Penal modificó la sentencia de primera instancia, descartando la existencia de emoción violenta y agravando la pena, por lo que el ex baterista fue condenado a prisión perpetua por homicidio agravado por el vínculo. ■