Clarín

“Yo no metí el pie en una triturador­a para ir al quirófano y estar en una camilla dos años”

- Maximilian­o Benozzi mbenozzi@clarin.com

Dos años pasaron desde que River lo contrató. Dos años pasaron desde que llegó con una lesión de la que le costó recuperars­e y que, encima, en el medio, se le agravó. Dos años pasaron en los que los sinsabores de haber jugado pocos partidos contrastó con la alegría de festejar títulos en un plantel ganador. Dos años pasaron en los que vivió algo así como un calvario. En un mano a mano con Clarín, Lu- ciano Lollo afirmó: “Lo más difícil pasó. Sufrí pero salí adelante porque soy mentalment­e fuerte. Yo no metí el pie en una triturador­a para ir al quirófano y estar en una camilla dos años”. -¿Cómo estás ahora después de todo lo que viviste? ¿Ya no quedan secuelas de la lesión?

-Después de todo lo que me tocó vivir, vengo de un semestre positivo Porque sumé muchos minutos en Reserva, donde me dieron la chance de jugar para tener ritmo y que no se notara tanto la falta de competenci­a. Y pude volver a jugar en la Primera también. Me sentí muy bien. -Entonces, ahora ya estás listo para jugar cuando Gallardo lo disponga. -Tengo la esperanza de hacer una buena pretempora­da, que va a ser larga y con tiempo para trabajar. Habla- ré con Marcelo para ver en qué situación estoy. Si bien tengo contrato aún, no me gusta quedarme porque sí, por más que esté cómodo en el club. Pero ya estoy bien para jugar y quiero seguir en River.

Luciano Lollo se operó tres veces en los últimos dos años. La primera fue en Racing luego de fracturars­e el quinto metatarsia­no en un partido contra Boca por la Copa Libertador­es 2016. Ahí comenzó su calvario. En River volvió a operarse del quinto metatarsia­no y la última cirugía fue por hallux rigidus, una afección que sufrió en el dedo gordo de ambos pies. Ahí estuvo el inconvenie­nte que le complicó la vida. El mismo Lollo lo explicó: “Mi problema se iniciaba en los hallux rigidus. Es como una artrosis o artritis que degenera la articu- lación y genera un sobrehueso que hace perder movilidad en el dedo gordo. Y eso hace que descargue todo el peso para el quinto metatarsia­no. Por eso se me abría ese huesito todo el tiempo”.

-¿Cómo lo descubrier­on?

-La segunda vez que me operé, ya estando en River, fue por un golpe con Alario. Ahí hice una rehabilita­ción de cinco meses, me recuperé y después se me volvió a abrir el quinto metatarsia­no. Entonces sospechamo­s que había otro problema. A mí me dolían los dedos gordos de los pies, pero no le daba importanci­a. Lo hablé con los médicos, fuimos al especialis­ta y descubrimo­s que el quinto (sic) se abría por el problema del dedo gordo. Y decidimos operar de nuevo.

-¿Cómo fueron tus días cuando estu- viste lesionado?

-Llegaba a mi casa fusilado. Del club me iba a la clínica de Jorge Bombicino donde hice casi toda la rehabilita­ción con su hijo Franco. El día se hacía largo. Llegaba a las 8 de la noche y mis hijas querían compartir cosas conmigo y para ellas siempre tuve -y tengo- una sonrisa por más que por dentro estaba mal. Llegaba cansado y mal, pero ver a mis hijas era un motor especial.

-¿Cómo repercutió en tu cabeza tanto tiempo sin jugar?

-Nunca había estado tanto tiempo parado. Se hace difícil. Cuando entraba al vestuario y veía a mis compañeros cambiarse para jugar me moría por dentro porque quería estar en ese lugar. Pero me puse en la cabeza el objetivo de recuperarm­e. Era la única manera de olvidar.

-Durante todo este tiempo también hubo muchos y variados comentario­s sobre tus lesiones. ¿Te llegaron esos mensajes? ¿Y qué te generaron?

-Sí, me llegaban los comentario­s de los hinchas en las redes sociales. Es una situación rara la que me tocó vivir. Yo no deseé ni busqué que me toque vivir esto. A veces toca y hay que afrontarlo. Yo no metí el pie en una triturador­a para ir al quirófano y estar en una camilla dos años. En estas situacione­s hay personas que se ponen del lado del jugador, del ser humano, y te apoyan, te mandan palabras de aliento. Y otras que no, que se ponen locos y sólo ven los resultados. Son diferentes formas de ver y de vivir la vida. ■

 ?? PRENSA RIVER ?? Al trote. Lollo corre en Ezeiza flanqueado por Rojas y Pratto. El central cordobés se operó tres veces sus dos pies y está listo para cumplir una exigente pretempora­da.
PRENSA RIVER Al trote. Lollo corre en Ezeiza flanqueado por Rojas y Pratto. El central cordobés se operó tres veces sus dos pies y está listo para cumplir una exigente pretempora­da.
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