“Acá tocan con el alma”
El saxofonista tenor elogia al grupo local con el que se presentará hoy y mañana en Bebop.
“La manera de sentir de los músicos de jazz argentinos es profunda; tocan con el corazón; tienen alma y es un aspecto muy estimulante para quie- nes venimos a tocar a Buenos Aires”, dice el saxofonista George Garzone, uno de los tenores más interesantes de la escena internacional. El artista actuará hoy y mañana en Bebop en quinteto con Mariano Loiácono trompeta, Guillermo Romero en piano, Belén López en contrabajo y Eloy Michelini en batería. “Encuentro un grupo de músicos muy informados que comprenden el lenguaje; saben escucharse y ese es un valor importante para hacer música creativa; aprenden rápidamente y es un gusto subir al escenario con ellos”.
Recuerda que ya en 1995 ya tomó contacto con músicos argentinos en Berklee. “Estaban Ricardo Cavalli, Carlos Michelini, Juan Cruz de Urquiza y Diego Urcola -con quien iré a México en octubre- y mostraban esa forma intensa de sentir la música”.
Garzone nació Boston en 1950 y, además de ser uno de los tenores más intensos del jazz, desarrolló revolucionario método de improvisación llamado Enfoque Triádico Cromático, basado sobre el enfoque que tenía genial saxofonista tenor John Coltrane. Tiene una técnica impecable y quizás el sonido más bopper, más neoyorquino, de los saxofonistas te- nores actuales. En 1972 formó Fringe, uno de los tríos más vanguardistas de la escena, aún en actividad. Tocó también con Dave Liebman, Joe Lovano, Tom Harrell, Don Alias, Bill Stewart, Dave Holland y Danilo Pérez, entre otros. Grabó cerca de cincuenta discos, algunos como líder, otros con el trío Fringe y como colaborador. En 2015, lanzó su último trabajo, Crescent, con Esperanza Spalding en contrabajo y canto, y el pianista argentino Leo Genovese.
Dice sentirse cómodo en la escena local porque encuentra un compromiso serio de parte de los músicos. “Para el único lugar que escribo arreglos es para venir a tocar a Buenos Aires; los músicos tienen alma, se siente eso en la forma de interpretar. En los Estados Unidos, por ejemplo, los vínculos son más fríos; el dinero juega una parte importante”.
-¿Y cómo siente que está el jazz en términos creativos?
-Diría que está algo detenido; hay una cantidad de proyectos que sostienen al jazz, pero sin que haya avances destacables.
-¿Por qué?
-Falta continuidad; empujar la música lleva muchos años, no es de un día para otro. Desarrollar un proyecto creativo toma su tiempo y un un compromiso con tu propia música: esos proyectos no se sostienen. Hay músicos muy buenos que hacen su música pero después vuelven al mainstream y abandonan el camino que venían haciendo.
Sobre sus proyectos adelantó que está terminando la segunda parte del enfoque triádico y que junto con Genovese lo está desarrollando. “Leo es uno de los pocos músicos que entienden claramente el enfoque armónico que propongo”. ■