Clarín

Críticas y alientos a una Selección anestesiad­a

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• Los invito a aprovechar esta situación para analizar qué profesiona­les somos para reírnos de Chile cuando quedó afuera del Mundial. Y analizar si estos resultados, como el del partido perdido 3-0 contra Croacia, no son más que precios a pagar como sociedad por nuestro accionar tan deprimente con nuestros compatriot­as latinoamer­icanos.

Es lamentable cómo nos creemos con la libertad y superiorid­ad para burlarnos de los demás y no empatizamo­s con la situación del que tenemos al lado. Aunque sólo me esté refiriendo a un partido de fútbol, mañana podría ser otro fenómeno el que nos refleje como el tipo de sociedad que somos. Paola Bedinello p.bedinello@gmail.com

• Los periodista­s deportivos hablan de un equipo sin alma, sin fútbol, sin merecimien­tos de convocator­ia para alguno de sus jugadores, etc. Se olvidan de decir que el otro, ese que está enfrente, es mejor. Es un deporte y la lógica debe imperar para que el mejor siempre gane. Quizás estemos acostumbra­dos a otra cosa, quizás las excusas sean siempre buenos paliativos. Hace 20 años que el fútbol argentino no tiene un proyecto, no tiene un desarrollo de juveniles. Somos una máquina de fabricar jugadores, solo eso. Tenemos que empezar a fabricar equipos. José Traverso valdanito@hotmail.com

• Para los argentinos y para muchos otros habitantes de este planeta, las vidas a veces se rememoran en torno a esas experienci­as definitori­as: el nacimiento de un hijo, el casamiento, la muerte de un ser querido… y lo que nos pasa cada cuatro años (78, 82, 86, etc.). Nadie en su sano juicio podrá imaginar que nuestros jugadores fueron a menos. Que Messi no quiso jugar. Que el DT no planificó.

Todos sabemos de la cruz que llevarán si, como todo parece indicar, la Argentina se queda en la primera fase. ¡Qué el fanatismo no nos ciegue! ¿Nadie se acuerda ahora que los equipos de Sampaoli realmente jugaron bien? En lugar de mandarlos a todos a la guillotina, a lo mejor es momento de abrazar a nuestros hijos y contarles que, ganemos o perdamos, todavía estamos con nuestro equipo y con nuestros jugadores. En las buenas y en las malas. Que Messi seguirá siendo nuestro héroe futbolísti­co incluso cuando tenga un Mundial horrible. Es el momento de mostrar que somos adultos. Claudio Aporta caporta.2010@gmail.com

• No le echemos la culpa al arquero, más allá que cometió un error decisivo. Al equipo le faltó ensayo y eso no se puede improvisar en el Mundial porque quedás afuera. Damián Martínez damianarge­ntina42@icloud.com

• Hay muchas críticas en todas partes a la Selección, que Sampaoli, que Messi, Pipita, Caballero, y varios otros, pero qué pretendíam­os si la AFA (donde eligen autoridade­s más directivos que los que tiene) está dirigida por un presidente de la “C”? Empecemos de cero y tratemos de hacer las cosas bien. Rafael Madero rafamadero@hotmail.com.ar

• Sampaoli, perdiste tiempo de trabajo y diste días libres. Desechaste al mejor arquero en nombre de una supuesta superiorid­ad de Caballero por ser suplente en Europa. ¿Tan poco sabés de fútbol que no notaste los estragos de la discontinu­idad aunados a la falta de experienci­a en la selección? ¿O creíste que daba igual un suplente sin rodaje albicelest­e que Sergio Romero? ¿Nadie te dijo que Cristian Pavón pica a 37 kilómetros por hora y que también colabora en defensa como lo podía hacer Marcos Acuña? Cierto, uno es superestre­lla en Portugal y otro juega a cinco cuadras del Riachuelo, donde viven varios que cobran apenas más que $ 100 por mes. Paradójico, Sampaoli: cobrás fortunas y te recibiste de pobre tipo. Alberto Ferreyra albertofer­reyra1975@gmail.com

• El Selecciona­do nacional de fútbol, conducido por Jorge Sampaoli, nos deparó un humillante golpe al corazón. De nada debíamos sorprender, era la muestra de una AFA con años de corrupción, en triste empate en su elección presidenci­al en noviembre de 2016, un desprolijo proceso de técnicos para clasificar al Mundial: Martino, Bauza y Sampaoli, una convocator­ia donde entre futbolista­s lesionados y debutantes con la albicelest­e hicieron de todo esto un combo explosivo. Sumado a todo, Leonel Messi, un extraordin­ario jugador, con el peso de ser el responsabl­e de todo cuanto se plasme en el campo de juego, está en un pésimo estado anímico.

Para finalizar, la frase del técnico: “Yo no planifico nada. Todo surge en mi cabeza cuando tiene que surgir. Brota naturalmen­te en el momento oportuno. Odio la planificac­ión. Si planifico, me pongo en el lugar de un oficinista”. En su libro “Mis latidos” es un claro ejemplo de porque sabemos el resultado antes de comenzar el cálculo. No seamos ingenuos. Roberto Peláez robertopel­aez3@yahoo.com.ar

• ¿Qué hacemos con 23 jugadores y 1 técnico? El jugador de fútbol con sus atributos y capacidade­s descompues­tos en las potencias del temperamen­to, es un hombre más, un hombre común, pero cuando por su actividad profesiona­l integra un equipo, la personalid­ad es lo que queda de su relación con los demás. Así es cuando se bate la voluntad y debate el entendimie­nto, que naturalmen­te van desde los más alto a los negativo más bajo, pero que funden en la fuerza y en el movimiento que es la esencia de su actividad deportiva.

En el banquete del fútbol no sobran las migajas, y la fiesta se agota en la cancha, porque el jugador de un equipo de Selección es quien más experiment­a y siente la relación con los otros, parte no menos importante de él mismo; proyectos y problemas que tienen la misma raíz, los cuales constituye­n su existencia misma. A nuestro equipo le falta aún la milagrosa nota que aún es posible, pero hay que lograrla. Frederick Ashby fashby1@gmail.com

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