La UBA dio por válida a la nueva conducción de la FUBA y otra vez hubo disturbios
Militantes de izquierda que perdieron el liderazgo después de 17 años dicen que la elección fue fraudulenta. El nuevo presidente es de un frente reformista de varios partidos.
A menos de 24 horas de la fallida toma del Rectorado de la Universidad de Buenos Aires, estudiantes universitarios de partidos de izquierda volvieron a chocar ayer con la Policía de la Ciudad. Había un vallado sobre la entrada de Viamonte 444 y otro cerco policial sobre la avenida Córdoba, por lo que fueron a la entrada de la calle Reconquista. Arrancaron, literalmente, de la pared una inmensa puerta de madera. Aún así, no pudieron entrar y el Consejo Superior de la UBA convalidó la polémica elección en la que se eligió el sábado a la nueva conducción de la FUBA.
Después de 17 años de liderazgo del Partido Obrero (PO) y La Mella (una agrupación estudiantil formada en 2006 que desde 2010 comparte la presidencia), el frente reformista ganó la elección en la FUBA. Pero, según estas agrupaciones históricas, hubo fraude durante las elecciones por dos delegados que habilitaron el quórum y consideran irregulares.
No obstante, el Consejo Superior convalidó por amplia mayoría (21 votos a favor y 5 en contra) el resultado, que significó el triunfo de un frente integrado por radicales, peronistas, socialistas e independientes.
“No reconocemos al Rectorado como una autoridad para decidir quién puede gobernar un gremio”, aseguraron referentes estudiantiles tras la decisión del Consejo. Al respecto, Francisco Strambini, el presidente de la FUBA electo, dijo que “habiendo perdido las elecciones en la urnas, pretenden ganar mediante el uso de la violencia la representación que los estudiantes les negaron en las elecciones”.
Por otro parte, Adrián Lutvak, ahora presidente de lo que considera la “FUBA oficial”, declaró: “Es un día triste. Las autoridades universitarias se sumaron a la maniobra de la Franja Morada y sus aliados para legitimar un fraude en la federación universitaria. Ayer reprimieron dentro de la UBA violando la autonomía universitaria. Hay videos mostrando como le pegaron a un estudiante en el piso o como encerraron y buscaron asfixiar a los estudiantes que habían ingresado”.
El miércoles, pasadas las 8.30, en la sede del Rectorado hubo empujones y patadas y, a través de las cámaras
de televisión, se pudo ver que efectivos de la Policía de la Ciudad se llevaron a un manifestante detenido.
Según supo Clarín, es un estudiante de Sociales que se llama Federico Fernández. “Se lo llevaron estando acá en la puerta, sin que quisiera entrar”, aseguró la secretaria de Mujer y Género de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), Luna Palmada. En la sesión, que arrancó poco después de las 10, el consejero estudiantil Juan Winograd pidió un cuarto intermedio hasta que liberaran al detenido, que fue trasladado a la Comisaría N°30. La solicitud fue rechazada.
El centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales denunció que se prohibiría el ingreso a los estudiantes a la sesión en el Consejo Superior. Como constató este diario, eso se cumplió. Todos los representantes electos tienen la posibilidad de entrar con diez personas más, que los ayudan para preparar las sesiones, e ingresar a la sala mediante una lista en donde figura su DNI, todos los miércoles. Pero, como explicaron funcionarios del Rectorado, “lo qué pasó es que fuimos más
restrictivos. Porque rompieron todo ayer y querían también romper hoy”.
Uno de los momentos más calientes de la sesión lo desató Ezequiel Marín, uno de los 27 representantes sentados en la mesa del Consejo -el rector, Alberto Edgardo Barbieri, no vota, salvo que haya empate-. El vicepresidente de la Federación Universitaria Argentina mostró la boleta de la agrupación Épica, de Filosofía y Letras, como “la documentación respaldatoria a partir de la cual la junta representativa (integrada por los presidentes de los centros de estudiantes), validó que Santiago Chame fuera el apoderado de la agrupación y quien hiciera la acreditación. Los que lo impugnaron decían que nominalmente él no era el delegado a la FUBA que representa a esa agrupación”, dijo Marín (ver La izquierda cayó en la propia trampa...).
Otro de los cuestionamientos durante la sesion a la vieja conducción de la FUBA es el manejo del negocio de los apuntes del Ciclo Básico Común (CBC), una caja que surge de las fotocopias que debe comprar cada alumno para las seis materias que integran esa instancia. Los acusan de no presentar los balances de un negocio que se estima millonario. ■