Un “sobresaliente” con el sello real
El joven pianista argentino Tomás Alegre, que debutó a los 12 años en el Gran Rex con el Concierto K. 415 de Mozart y que en mayo de 2017, a los 24, deslumbró en el Teatro Colón con el Concierto N° 1 de Chaikovski, continúa sorprendiendo.
El músico, de 25 años, que fue amadrinado por Martha Argerich, quien lo estimuló y ayudó para que se mudara a Suiza, donde reside actualmente, fue premiado el viernes 15 de junio en la Escuela Superior Reina Sofía como el alumno más sobresaliente de la cátedra de piano.
La designación había sido propues- ta a todo el claustro de la Escuela por su maestro Dimitri Bashkirov, padre de la pianista Elena Bashkirova, esposa de Daniel Barenboim. Vale la pena destacar que Bashkirov es célebre por sus exigencias técnicas y musicales. Basta ver alguna de sus clases magistrales por YouTube.
Sin embargo, Alegre parece llevar ese tipo de presiones sin grandes tensiones. “Para mí, el piano fue impensado. Nunca tuve el objetivo de llegar a algún lugar”, le dijo a Clarín el año pasado. Y resaltaba su modo de abordar la música: “No me importaba, ni me importa. Quiero hacer las cosas bien, pero no me gusta que todo suene perfectito. Quiero poder expresar eso que las obras musicales me dicen a mí. A veces escucho grabaciones tan retocadas que no me parecen reales. No quiero que la música sea eso.”
La Escuela Superior Reina Sofía de Madrid es una de las casas de estudio más prestigiosas de Europa, con un célebre staff de profesores y músicos invitados como Anne-Sophie Mutter, András Schiff y Menahem Pressler. Alegre recibió el premio de Sofía de Grecia y Dinamarca, quien fue reina hasta el 19 de junio de 2014, en el acto de clausura del ciclo lectivo. ■