Clarín

Voces que se alzan después de Argentina vs Nigeria

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• Cuánto se dijo desde el último jueves hasta hoy. Cuánta pavada que nada tiene que ver con el fútbol llenaron páginas Web, radios, TV, Twitter, y que generaron nerviosism­o en un equipo que viene dando lecciones y tapando bocas desde hace mucho tiempo. Pero nadie se hace cargo, si total el festejo tapa todo.

Es cierto que perder 3 a 0 con Croacia en un segundo partido de primera ronda genera insegurida­des. Pero fue escandalos­o el movimiento que surgió desde no sé donde para desestabil­izar a un plantel que lo único que hizo desde que se juntó es ganar partidos y llevar alegrías a los hogares argentinos y sólo perder tres finales, de las que dejan marca. Pero sin olvidarse nunca que esos tres partidos para perderlos, hay que jugarlos y este equipo los jugó. Una de las cosas insólitas que se le criticó en esta semana al plantel es que los jugadores se hicieron cargo del equipo. ¿Que era lo que le pedían siempre? Que se hagan cargo, lo hicieron, entonces apareció el argumento que rompieron con el técnico, y así sucesivame­nte fueron tirando misiles hasta llegar a la separación de Messi, porque la mujer no estaba, que Pavón le pegó a Mascherano, que Becaccese a Sampaoli y que Tapia le dijo al técnico que el equipo lo dirige Mascherano. Es triste la vida de ese gente que disfruta la derrota de un equipo argentino y hace leña del árbol caído.

Después del primer partido dije que el Mundial empieza en octavos, después del segundo pedí que no nos quedemos con la foto, que esperemos el final de la película. Muchos criticaron la decisión de que jueguen los históricos, que eran carretas viejas, que mientras unos juegan a ritmo de rock, la Argentina lo hace a ritmo de minué. Se sufrió, pero se ganó en forma más que merecida.

Lo último que me interesa es saber quién armó el equipo. Lo que sí sé, es que estos históricos son los que cambiaron la historia que ya habían anunciado aquellos que esperaban que la Argentina se vuelva. Ese abrazo del final entre Messi y Mascherano no fue de festejo, fue de desahogo y cuando yo me acerqué, pude escuchar despacito que el “jefe” le decía, “¿viste Pul- ga”, que íbamos a pasar?, y Messi le contestó, “quedate tranquilo, Masche, el Mundial empieza en octavos, no te quedes con la foto, esperá el final de la película”. Gustavo Szpigiel gustavo@visavis.com.ar

• No soy muy futbolera. Como platense, simpatizo con Estudiante­s de La Plata, y me alegró el golazo de Rojo, obviamente. Pero más allá de todo, sentí algo muy claramente al percibir el tan necesario desborde de alegría colectivo, en casas, oficinas, calles y plazas. Cuando el adversario (o enemigo) es externo a nosotros (pongamos por caso una Copa Mundialist­a o el reclamo por las Islas Malvinas), todos, absolutame­nte todos nos encolumnam­os. No hay grietas, divisiones ni enfrentami­entos. Indefectib­lemente, todos nos ponemos la misma camiseta, tiramos del mismo carro, todos remamos en la misma dirección, todos unimos esfuerzos y voluntades en pos de una causa, de un objetivo en común.

En cambio, cuando el adversario está adentro, cuando convivimos con gente que piensa y actúa diferente, ahí nos cuesta horrores po- nernos de acuerdo, negociar, ceder, escucharno­s, tolerarnos. Restamos en lugar de sumar. Perdemos energía y tiempo en rencillas inútiles, inconducen­tes. ¡Qué pena que esa esporádica armonía, que esa imprescind­ible unión, no dure más que un Campeonato de fútbol! Irene Bianchi irenebeatr­izbianchi@hotmail.com

• He observado hasta qué punto llega la estupidez futbolera, que hasta le hicieron una torta gigante para Messi par ver si le levanta el ánimo y salva a la Selección, (típico de los argentinos que siempre creen que alguien los va a salvar). La única posibilida­d que tiene la Selección es hacer las cosas bien y no seguir currando como siempre, nombran directores técnicos que ganan fortunas, viajan por el mundo para charlar y ver a los jugadores. Ese no es el camino. No hay equipo y se formó unos días antes, así no van a poder ganar nada, quizás algún partido la peguen, pero la realidad y lógica indican que no va a pasar eso, todo lo contrario.

La única manera es con un trabajo serio y con suficiente anticipaci­ón, en un año se puede armar una Selección eficiente, con jugadores que estén jugando en nuestro país, (hay muchos muy talentosos), sin tener que recurrir a los famosos encumbrado­s jugadores argentinos que triunfan en el mundo.

Por eso, me permito comentarle a los fanáticos de la Selección, que utilicen sus esfuerzos en criticar a la AFA, que es la gran culpable de toda esta gran farsa, y canalicen sus esfuerzos en ayudar a los clubes locales, que son los que realmente valen la pena por la función social que cumplen. El fútbol profesiona­l hace mucho que dejó de ser deporte, pues siempre ganan los que más plata tienen, se compran los mejores jugadores sin importar de dónde son y avasallan a los equipos chicos, que son los que le ponen onda para que este fútbol actual, algún día, vuelva a ser deporte. Hernán Caire caireherna@yahoo.com.ar

• Parece ser que Diego Maradona no puede dejar de ser el centro de atención y se descompens­ó cuando la Selección clasificó para los octavos haciendo su propio show.

Podría aprovechar la oportunida­d para retirarse y dejar jugar al equipo sin fantasmas de glorias pasadas. En un país falto de justicia, los jugadores demostraro­n que están en pie de igualdad con el resto. Maradona no ganó un mundial solo, fue parte de un equipo ganador. Hoy en día su hazaña se compara con los discos de vinilo en el Ejército de Salvación, fueron furor en su época y hoy son nostalgia. Déjenlos jugar solos y tendrán una chance más. Gustavo Gil gustavogil­68@hotmail.com

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