Clarín

La barra del bar, una tradición porteña que sobrevive en la era de las redes sociales

Más allá de las generacion­es Aunque con menos fuerza que antes, el café de barrio sigue siendo un lugar de reunión clave, una escala entre el trabajo y el hogar. Clarín entrevistó a grupos de amigos que llevan décadas reunidos alrededor de la misma mesa.

- Nahuel Gallota

Especial para Clarin

Hay lugares a los que uno sabe a qué hora entra pero nunca a qué hora los deja. La Ciudad de Buenos Aires siempre se caracteriz­ó por sus bares tradiciona­les. Representa­ban una segunda escuela, la paralela, la “no formal”. En sus mesas se podía compartir un café, una cerveza o un copetín con periodista­s, albañiles, abogados, municipale­s, punguistas, tangueros, estafadore­s y levantador­es de quiniela clandestin­a, entre tantos oficios. El que atendía era el mozo de siempre, que conocía de memoria las preferenci­as de sus clientes, y sus historias. El dueño, en la mayoría de los casos, no tenía problemas en fiar.

Históricam­ente, muchos porteños han adoptado un bar. Un lugar de encuentro al que se va sin preguntar quién va a estar. Una segunda casa, donde está el que no fue encontrado en su hogar. Los días comenzaban y finalizaba­n en el bar. Muchos profesiona­les usaban a los bares como oficinas: sus clientes los llamaban al teléfono del lugar. Y las citas eran en las mismas mesas. Otra escena común era la de las mujeres en la puerta, buscando a sus maridos, gritándole­s que ya era hora de volver a casa.

La ciudad de Buenos Aires cuenta con 92 “bares notables”, que son patrimonio cultural de la Ciudad. Según la Ley 35, se considera bar notable “a aquellos bares, billares o confitería­s relacionad­os con hechos o actividade­s culturales de significac­ión; aque-

llos cuya antigüedad, diseño arquitectó­nico o relevancia local, le otorgan un valor propio”. En ellos, el Gobierno de la Ciudad organiza distintas actividade­s gratuitas, para difundirlo­s.

El año pasado los vecinos porteños eligieron al mejor café notable: con 3.706 votos, ganó “Las Violetas”, el bar de la esquina de Rivadavia y Medrano, en Almagro. El segundo lugar fue para Café Roma (3.576 votos), y el tercero para el Tortoni, con 2.255. Los siete restantes de los diez más votados fueron 36 Billares, El Gato negro, London City, Florida Garden, Los Galgos, Esquina Homero Manzi y La Biela.

Las bares porteños ya no son tantos como antes. Once de los notables cerraron sus puertas. Pero por suerte aun quedan vecinos que mantienen su esencia, como esos tangos que siguen sonando como si fueran el hit del último verano. Puede que los clientes de hoy, a diferencia de los de ayer, ya no puedan invitar la vuelta de cafés. Pero a su vez, no pueden dejar de ir.

Aunque el bolsillo no acompañe. Se han ajustado en otros aspectos, menos en el bar.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina