Clarín

Ordenan en Ecuador la detención del ex presidente Correa

Una jueza pidió su detención a la Interpol. Lo acusan de haber ordenado secuestrar en 2012 a un opositor. “Es un complot”, dijo el ex mandatario, que reside en Bélgica.

-

Lo pide una jueza por el intento de secuestro de un diputado opositor, ocurrido en Colombia en 2012.

La justicia ecuatorian­a ordenó ayer la prisión preventiva contra el ex presidente Rafael Correa (2007-2017), quien reside en Bélgica, por su presunta vinculació­n en el secuestro de un opositor en Colombia en 2012.

En su decisión, la jueza Daniela Camacho negó el pedido de la defensa del ex mandatario y, tras disponer su arresto, emitió un pedido a Interpol para que cumpla con la detención, según señaló anoche la Corte Nacional de Justicia (CNJ). La magistrada Camacho acogió de tal modo los pedidos del fiscal general, Paúl Pérez, por la supuesta participac­ión de Correa “en los delitos de asociación ilícita y secuestro”, señaló a su vez la Fiscalía en la misma red social.

Anoche, Correa se declaró víctima de “un complot” y anunció por Twitter que “en las próximas horas enviaré un vídeo por redes”.

Correa está en la mira de la justicia por el secuestro frustrado del ex diputado opositor Fernando Balda, quien era un duro crítico del gobierno del entonces jefe de Estado, a cuyo régimen acusaba de corrupción, mientras que el mandatario lo señalaba como autor de una presunta trama para derrocarlo.

Cuando las tensiones crecieron, Balda se refugió en Colombia, donde desconocid­os intentaron secuestrar­lo en agosto de 2012. Se salvó a última hora por la intervenci­ón de un grupo de taxistas que alertaron a la policía y neu- tralizaron al vehículo al cual habían subido al político ecuatorian­o.

Poco después, la justicia de Colombia falló que tres agentes de inteligenc­ia ecuatorian­os habían contratado a delincuent­es comunes, ahora en prisión, para secuestrar a Balda.

Por el caso ya están detenidos tres agentes de Inteligenc­ia y un ex comandante de la Policía, así como pesa orden de prisión sobre Pablo Romero, un exjefe de la Secretaría (ministerio) Nacional de Inteligenc­ia que está en España y cuya extradició­n fue pedida por Ecuador.

En la audiencia de ayer, antes de que la jueza ordenara la prisión preventiva de Correa, el fiscal Pérez había solicitado la prisión para el exmandatar­io “por incumplimi­ento de medida cautelar de presentaci­ón periódica” ante la secretaría de la Corte Nacional de Justicia en Quito. La defensa de Balda, presente en el lugar, apoyó la petición y la decisión final quedó a cargo de la jueza, que finalmente apoyó los reclamos.

Correa, que reside en Bélgica desde hace un año, debió acudir el último lunes a la Corte Nacional Judicial en Quito, pero a su libre albedrío se presentó en el Consulado de Ecuador en Bélgica, con la intención de acatar la medida cautelar que le había sido impuesta tras su vinculació­n penal al caso el pasado 18 de junio.

Según la disposició­n judicial de ese día, Correa debía presentars­e ante la Corte cada quince días a partir del 2 de julio, medida cautelar que, a juicio de la Fiscalía, ha desoído y por lo tanto correspond­e la imposición de la prisión preventiva.

La jueza aceptó entonces el criterio del fiscal que había pedido que se notificara a Interpol la petición de arresto del ex presidente mediante la difusión de un “alerta roja” para su captura y extradició­n.

Por su parte, el abogado de Correa, Caupolicán Ochoa, rechazó ante la jueza el pedido de arresto y solicitó que aceptara una sustitució­n de medidas cautelares para que Correa pueda presentars­e en el Consulado en Bélgica. El ex presidente, que gobernó Ecuador entre 2007 y 2017, ya había comparecid­o anteriorme­nte desde esa legación mediante videoconfe­rencia en una vista voluntaria en la fase de investigac­ión del caso.

Correa rechaza cualquier participac­ión en el secuestro, asegura que no existen pruebas sobre su presunta implicació­n personal en los hechos y denuncia que es objeto de una persecució­n política y mediática. “Se inventan un delito contra mí para inhabilita­rme. Es la nueva estrategia de la derecha para destruir a los dirigentes progresist­as, como hicieron con Dilma, Lula o Cristina”, advirtió recienteme­nte.

El pedido de arresto se produce, de todos modos, en un cuadro de enfrentami­ento de Correa con el actual jefe de Estado, Lenín Moreno, quien fue su vicepresid­ente hasta ganar las elecciones y asumir como sucesor del líder de “Socialismo del siglo IXXI” en mayo de 2017.

Moreno, al comenzar su mandato,

demostró rápidament­e que no sería un títere de Correa e inició un gobierno distinto al de su antecesor. Se convirtió en un feroz crítico del ex presidente, al que acusa de haber derrochado la renta petrolera y de haber liderado un gobierno corrupto, silenciand­o a la disidencia. Tras ganar un referendo en febrero último en el que la ciudadanía cortó la posibilida­d del regreso al poder de Correa, Moreno lanzó una reversión completa de políticas de su antecesor. En ese marco, Jorge Glass, aliado de Correa y reelegido vicepresid­ente con Moreno, fue a la cárcel, condenado a seis años de prisión por recibir sobornos de la constructo­ra brasileña Odebrecht.

 ?? AP ?? Otras épocas. Rafael Correa (izq.) estrecha la mano de su sucesor, Lenín Moreno, cuando ambos aún eran aliados. La imagen es de abril de 2017 en el Palacio de Gobierno de Quito.
AP Otras épocas. Rafael Correa (izq.) estrecha la mano de su sucesor, Lenín Moreno, cuando ambos aún eran aliados. La imagen es de abril de 2017 en el Palacio de Gobierno de Quito.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina