Rosas para todos Las regalan en Palermo
Durante 3 semanas, los vecinos podrán llevarse brotes en el Rosedal y en Parque Chacabuco.
Desafiaron la sensación térmica de seis grados, el viento helado, el cielo cubierto. Comenzaron a llegar pasado el mediodía, para no quedarse sin su rosa o, mejor dicho, sin la promesa de ella. Es que ayer arrancó la poda anual en el Rosedal de Palermo y, con ella, el tradicional ritual de entrega de gajos de rosas a los vecinos.
La invitación, que se extenderá en el Parque 3 de Febrero por 21 días, también incluye los Rosedales del Parque Micaela Bastidas y de Parque Chacabuco. Pero en estos dos últimos casos, se podrá buscar los brotes sólo durante una semana. Los entregan de martes a viernes de 13 a 17. Cada persona puede recibir hasta cinco esquejes, que son los tallos o ramas que se introducen en la tierra para reproducir la planta y que permitirán a los vecinos cultivar en sus casas sus propias rosas, una flor preciada cuya docena puede costar hasta $ 500 o $ 600.
Ayer, una de las interesadas fue Nani (70), autodeclarada “fanática del Rosedal”. Motivos para llamarse así no le faltan: “Vengo todos los años, hago dos o tres veces la cola y ya tengo reproducción de rosas grandes en mi campo de Chascomús. Hoy me duele la pierna pero no quise perdérmelo. Me llevo esta, la Frederic Mistral, que tiene un perfume espectacular, vení, olé”, invitó.
El Rosedal tiene 4,5 hectáreas, dos de ellas sólo de rosas. Hay 93 especies. La mayor parte, Iceberg: sus pétalos pálidos ocupan cuatro canteros grandes. También hay muchas inglesas antiguas, Sevillanas, Grand Gala - sin espinas- y Caprice de Meilland, unas de las más perfumadas. Cada invierno se podan para que los rosales florezcan sanos en septiembre y alcancen su esplendor en octubre.
“Todas nuestras rosas tienen raíces de rosa silvestre, porque están mucho tiempo a la intemperie y por eso es necesario que tengan un buen sustento”, explicó Martín Cantera, gerente operativo del Parque 3 de Febrero. Federico Serraino, ingeniero agrónomo y supervisor del Rosedal, dio otro tip: que las plantas no reciban luz del sol directa antes de que broten. “Hay que tratar de que desarro-