Los piqueteros rechazaron la suba en los planes sociales que propuso el Gobierno
El Ejecutivo descartó la posibilidad de pagar un bono y paliar así la crisis social. Ofertó incrementar en 3 cuotas los planes para llegar a $ 6.000 en diciembre. Seguirán negociando.
En la reanudación de la mesa de diálogo que convocó la Casa Rosada para bajar la tensión social, la propuesta que realizó el Gobierno, de aumentar en tres tramos los planes sociales, no convenció a las organizaciones sociales, que de todos modos dejaron planteados sus reclamos y esperarán "a agotar todas las instancias de diálo- go" antes de volver a las calles.
La principal diferencia fue que, finalmente, el Gobierno decidió no ofrecer la suma de 3 mil pesos por única vez que se barajaba en las horas previas a la cumbre. En pleno ajuste fiscal que plantea Mauricio Macri, no hubo margen en el Presupuesto para que el vicejefe de Gabinete Mario Quintana y la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley cedieran nuevamente y otorgaran un medio aguinaldo, como pretendían los piqueteros.
Así, la reunión no comenzó de la mejor manera. "No, no hay bono", fue la respuesta tajante con la que Stanley recibió a los cinco convocados de los movimientos sociales: Daniel Menéndez (Barrios de Pie), Juan Carlos Alderete (Corriente Clasista y Combativa), Esteban Castro (CTEP), Dina Sánchez (Frente Darío Santillán) y Marianela Navarro (FOL).
Igual, algo se imaginaban: no estaba en la mesa Matías Kelly, secretario de Economía Social y hombre de Quintana en Desarrollo Social. Su ausencia, siendo uno de los principales interlocutores, no pasó inadvertida. "En este escenario, nos parecía importante un aguinaldo", se quejaron los piqueteros.
Con todo, la propuesta oficial fue aumentos escalonados en los planes. Tanto los 260 mil beneficiarios de "Hacemos Futuro" -los ex Argentina Trabaja y Ellas Hacen- como los más de 120 mil que cobran el Salario Social Complementario.
En el Gobierno reconocen que estos planes, que están atados al Salario Mínimo Vital y Móvil (nunca pueden ser menos de la mitad), quedaron desactualizados en función de la inflación del primer semestre. "La idea es llevarlo a 6 mil pesos para diciembre", precisaron fuentes del Gobierno. Todo a cuenta de la actualización que se haga por ley según el incremento del SMVyM.
Allí también hubo diferencias. Es que los piqueteros querían llegar a esa cifra pero ya en agosto. Stanley y su viceministro, Carlos Pedrini, contraofertaron que el próximo mes se dé el primer aumento de tres subas, a razón de $500 pesos; y que las otras fueran en octubre y diciembre.
Las organizaciones también plantearon aumentar la entrega de alimentos para comedores y merenderos, algo que en el Gobierno ven razonable. "Ya lo estábamos estudiando. Seguramente vamos a atender ese reclamo", indicaron.
"Fue una buena reunión, muy po- sitiva. Vamos a seguir hablando formalmente", dijeron en Desarrollo. Y agregaron que se van "a abrir mesas de trabajo por las leyes que ellos impulsan": según supo Clarín, los piqueteros quedaron en acercar los proyectos. "Con los títulos que nos dieron, estamos de acuerdo con tres. Igual vamos a ver caso por caso", avisaron.
A la salida de la reunión, los piqueteros se mostraron menos optimistas que los funcionarios nacionales. "Nos parece positivo el diálogo, pero el Gobierno da una aspirina para un enfermo terminal", se quejó Menéndez.
Igual, adelantó que le avisaron a Stanley que por ahora no habrá protestas. "Vamos a agostar las instancias de diálogo antes de volver con un reclamo en las calles", completó el dirigente de Barrios de Pie. En el Gobierno recibieron con cierto alivio esa promesa, luego a la advertencia que habían hecho de ir a las puertas de hipermercados a pedir alimentos.
Tal como estaba previsto, luego de las idas y vueltas que dio el Gobierno antes de acceder al pedido de las orgas, en la cumbre hubo presencia de la Iglesia. Aunque, en momentos de tensión en la relación con la Rosada, signada por la crítica situación social y por la decisión de Macri de habilitar el debate por el aborto, asistieron interlocutores de perfil más "componedor". Estuvieron Fernando Maletti, el obispo de Merlo-Moreno que participaba de las mesas de diálogoen 2017; y Rubén Marchioni, secretario ejecutivo de la Pastoral Social. Ambos celebraron que se haya retomado el diálogo y pidieron combatir al narcotráfico en los barrios. ■