Discuten el traspaso de subsidios al transporte a la Ciudad y a la Provincia
Suman $ 36.000 millones y el grueso de ese monto se concentra en viajes entre Capital y el conurbano.
La pulseada entre la Casa Rosada y el peronismo por el volumen y destino del recorte fiscal se trasladó a terreno de Cambiemos y se convirtió en un asunto doméstico para Mauricio Macri. María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, piezas clave del dispositivo PRO, se vieron lunes y miércoles con Nicolás Dujovne para definir cómo les pegará el ajuste que se viene. La segunda juntada, la coordinó el jefe de Gabinete Marcos Peña. No hubo cifra redonda sobre el ajuste que deberá hacer cada distrito pero, aun con tensión y malestar, Vidal y Larreta trasmitieron que respaldarán a la Casa Rosada en el plan de reducción del gasto público.
Del número que la contabilidad de Dujovne calcule para Buenos Aires y CABA surgirán las alternativas: puede ser el freno de obras públicas o que esas administraciones se hagan cargos de gastos que ahora cubre la Nación. Hasta ahora, las charlas de Dujovne, Vidal y Larreta se habían concentrado en el traspaso de las concesiones de la distribución eléctrica Edenor y Edesur, y en un más engorroso traspaso de AySA, que provee agua corriente y cloacas a CABA y 26 distritos bonaerenses.
Pero en la charla de este miércoles irrumpió un tema sensible y multimillonario: los subsidios al transporte de pasajeros financiados con fondos federales. Es un ítem que suelen mencionar gobernadores del PJ para cuestionar la inequidad en el gasto.
Al menos, 7 de cada 10 pesos de esos aportes se concentran en viajes que se hacen en Capital Federal y el
conurbano bonaerense. En 2018, según lo presupuestado, serán $ 36 mil millones. A eso se deben sumar partidas para mantener la red ferroviaria de pasajeros que se concentra en el área metropolitana.
“Si es por Nicolás, les transfiere todo: AySA, Edenor, Edesur y los subsidios”, aseguró a Clarín una fuente que admitió que las charlas son duras. Ninguna discusión para ajustar, se supone, es amable.
Todo no, avisan Vidal y Larreta. Hasta ayer, venía a marcha rápida el traspaso de Edenor y Edesur pero quedó en stand-by. Eso implicaría que la regulación de los servicios pasen de la Nación a CABA y Provincia pero, en la letra chica, no significarían grandes ahorros. El costo sería político: si las empresas quedan bajo la órbita porteña y bonaerense, las subas de tarifas las deberán autorizar Larreta y Vidal y ellos serían responsables de los eventuales tarifazos.
“Cuando digan, cada uno debe recortar tanto, veremos donde podemos ajustar: por ahí, nos conviene hacernos cargo de los subsidios al transporte a cambio de que nos mantengan el financiamiento de obras”, detalló un funcionario. ■