Clarín

La hoja de ruta del aborto: todo lo que puede suceder con el proyecto

Claves. En el Senado conviven cinco posiciones. El 8 de agosto se vota. Y si el texto es retocado, debe volver a Diputados. Allí se abrirían múltiples variantes para definir.

- Marcelo Helfgot mhelfgot@clarin.com

Pese a que el Senado, con 72 bancas, tiene muchos menos integrante­s que la Cámara de Diputados, que reúne 257 almas (255 de las cuales estaban en condicione­s de votar), la discusión sobre la legalizaci­ón del aborto le está deparando una dispersión de posiciones bastante mayor. Es que a los bloques del respaldo (" los verdes") y del rechazo (" los celestes") les han brotado sus propias disidencia­s, a los que hay que sumar las especulaci­ones de los indecisos (entre ellos algunos decididos pero silencioso­s).

Más variados aún son los caminos posibles de la hoja de ruta que deberá transitar el proyecto -que el 14 de junio recibió media sanción- hasta finalizar su trayectori­a. El martes próximo será el próximo paso, con el inicio de otro maratónico desfile de expositore­s. Ese tramo, según lo acordado, tendrá su próxima parada el 8 de agosto, con la votación en la Cámara alta. Se verá si es la definitiva. Dependerá de qué posición se imponga entre el menú disponible. A saber:

1) El grupo de los "verdes" impulsa la sanción definitiva de la ley.

Es un nutrido pelotón que pretende que el texto quede tal cual llegó de Diputados. Lo encabezan el peronista Miguel Pichetto, el K Marcelo Fuentes y el macrista Humberto Schiavoni. Por ahora no reúnen mayoría, pero de imponerse sólo faltaría que Mauricio Macri firme la promulgaci­ón para que el proyecto entre en vigencia. Desde la Casa de Gobierno ya avisaron que el Presidente no la vetaría. 2) El grupo de los "celestes" es el que apunta al rechazo liso y llano.

Es para sepultar el debate, al menos como fue planteado. En ese caso, recién el año próximo podría volver a empezar de cero. Entre los "militantes" de esa postura se cuentan la radical Silvia Elías de Pérez y el macrista Esteban Bullrich. Tampoco tienen los votos.

3) Un sector "intermedio" apoya la ley, pero quiere suavizarla.

Promueve distintas modificaci­o- nes al texto aprobado en Diputados, sin que se le cambie el eje de la legalizaci­ón de la interrupci­ón voluntaria del embarazo. Barajan la posibilida­d de ampliar la “objeción de conciencia” al plano institucio­nal y, en algún caso, la de reducir de 14 a 12 las semanas de embarazo no punibles. Ahí se anotan el peronista Carlos Caserio (arrastra a los otros dos cordobeses de Cambiemos), el ex radical K misionero Maurice Closs y la macrista Gladys González. Si le hacen caso, el proyecto vuelve a Diputados. 4) Otro sector "intermedio" se opone al proyecto, pero acepta hacerle fuertes cambios como "mal menor".

Es la estrategia de los que sólo dejarían en pie la despenaliz­ación de la embarazada que aborta. Así lo vienen proponiend­o, entre otros, el macrista Federico Pinedo y el peronista Rodolfo Urtubey. Por esa vía, también volvería a Diputados.

5) Los indefinido­s.

Es un pelotón de al menos una docena de senadores que podría incli- nar la balanza. Algunos esperan las encuestas de sus provincias para pronunciar­se. Hay allí figuras de peso, como los radicales Angel Rozas y Juan Carlos Marino, así como los peronistas Carlos Reutemann y José Alperovich.

¿Cómo sigue la película si el texto es modificado en el Senado y debe ser revisado nuevamente por Diputados?:

En ese caso, lo más importante que se debe tener en cuenta es que al ser la cámara de origen, tendrá la palabra final. Y que no podría votar en contra de la ley, sino que deberá optar por algunas de las variantes ya aprobadas.

Otra cuestión a tener presente es qué tipo de ventaja obtuvo el sector que impuso las modificaci­ones. En cada votación del Senado (en general y en particular) deberá aclararse cómo se aprobó cada moción. Es que en Diputados será suficiente aprobar cada postura por mayoría simple, salvo que en la Cámara alta se hubiera impuesto por dos tercios. De ser así, los diputados deberán alcanzar esa mayoría agravada o quedará en pie lo que se votó en el Senado.

Las alternativ­as en la Cámara baja son:

• Insistenci­a. Los diputados les dan la espalda a los cambios que hicieron los senadores y ratifican la media sanción. Como el resultado en esa cámara fue ajustado, por 129 a 126, y con votos oscilantes, nadie garantiza que esa mayoría vuelva a reunirse para ratificar el texto.

• Aceptación de los cambios. La Cámara baja le da el visto bueno a las modificaci­ones que introdujo el Senado y quedan estampadas en la ley, así mantengan o no el espíritu del proyecto original.

• Insistenci­a parcial. Los diputados aceptan sólo algunos de los cambios que incorporar­on los senadores. La ley es sancionada con esos retoques, pero conservand­o la base original.

• Falta de quórum. Es el escenario menos pensado, pero no hay que descartarl­o. Sucedería si se profundiza­n las tensiones que dejó el debate inicial en la Cámara baja y llega al punto de generar un conflicto que impida reunir el número para sesionar. ■

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Tensión. Los peronistas Rodolfo Urtubey y Miguel Pichetto con el macrista Federico Pinedo, en el Senado.

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