La familia de un chico con síndrome de Tourette podrá cultivar cannabis medicinal
Lo estableció un fallo de la Justicia federal. Se trata del segundo amparo de este tipo en la Argentina.
La familia de un nene de 7 años con síndrome de Tourette podrá "cultivar todas las plantas de cannabis necesarias" para tratar la enfermedad del niño. Así lo dijo la jueza federal de Río Negro, Mirta Filipuzzi. La mamá y los abuelos de Joaquín Navarro, que viven en San Antonio Oeste, no podían acceder por la vía legal y de manera gratuita al aceite de cannabis que mejora considerablemente su calidad de vida.
Este es el segundo amparo de uso de cannabis medicinal en Argentina. El primero fue en Salta, en marzo, cuando la Justicia autorizó a una mujer a cultivar para tratar el trastorno neurológico de su hijo.
Pero desde la Fundación Mamá Cultiva dijeron a Clarín que el fallo en el sur anticipa una lluvia de amparos. "Sabemos que esto activó los pedidos que ya estaban en proceso a nivel federal", detalla Valeria Salech, su presidenta.
Tras el visto bueno para el nene con Tourette, ocho madres de Rosario presentaron una acción de amparo conjunta para que se les permita el autocultivo que facilite el tratamiento de las diferentes enfermedades de sus hijos.
La clave del “paraguas legal” al que recurren familias de todo el país autoriza su uso para patologías que no están incluidas en la ley nacional 27.350 (restringe a casos de epilepsia y con fines de investigación), aprobada en 2017, o que, aún estando incluidas, presentan dificultades logísticas para conseguirlo.
El síndrome de Tourette (ST) es un trastorno neuropsiquiátrico que se caracteriza por la aparición de múltiples tics motores y al menos un tic fónico involuntario. Se pueden registrar cambios periódicos en la cantidad, en la frecuencia, en el tipo y en el lugar en el que se producen los síntomas y altibajos en su gravedad. El 90% de los tics ocurren en cabeza y cuello. Pueden ser simples -parpadeo excesivo, el fruncir la nariz, hacer una mueca con la boca o levantar las cejas- o complejos -girar, patear, saltar, morder-.
Joaquín fue diagnosticado a principios de 2016. Y el 4 de noviembre de ese año, su familia le dio aceite de cannabis por primera vez. "La mejoría se notó desde el primer día. Hoy te puedo decir que gracias al cannabis mi nieto es un chico de segundo grado más, que va a una escuela normal. Si no te digo que tiene Tourette, no te das cuenta”, dijo a Clarín tras el fallo María Eugenia Sar, su abuela.
"Ya casi no tiene tics, bajó ansiedad, no tiene más TOC. Hace una vida normal. No tiene problemas de sociablizar. Gracias a Dios apenas supimos del síndrome nos animamos a probar y rompimos tabúes”, agregó.
El nene vive con su mamá, Macarena Navarro, y su pareja. Pero, además de la madre, el fallo permite que los abuelos también cultiven. "Yo hago el aceite. Esto es un trabajo en equipo para ayudar a mi nieto", siguió la mujer. Es que Gabriel Navarro, el abuelo, es médico y a raíz de su experiencia familiar está cursando el posgrado de Canabbis Medicinal en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata.
"Cultivábamos para hacer el aceite de Joaquín, porque era la única manera de conseguirlo. Le pedimos a la Justicia que no nos trate como si fuéramos narcotraficantes o que nos obligue a conseguir aceite de manera ilegal, que no sabemos qué tiene ni cómo fue hecha", apuntó María Eugenia.
La mamá, en tanto, recordó que "cuando Joaquín uso psicofármacos tradicionales no funcionaron. Lo hicieron engordar y perdió la habilidad social. Tenía muchos efectos colaterales y no avanzaba en su síndrome".
La jueza de Viedma escuchó a esta familia. Ahora, el próximo paso será dar aviso a Prefectura Naval Argentina, Gendarmería Nacional, Policía Federal Argentina y Jefatura de la Policía de la Provincia de Río Negro, para explicitar las locaciones donde no se podrá detener a los Navarro por autocultivo. ■