Clarín

Sampaoli resiste, pero está cada vez más solo

Se fueron varios colaborado­res y en AFA esperan su renuncia.

- Adrián Maladesky amaladesky@clarin.com

El romance entre Chiqui Tapia y Jorge Sampaoli se rompió antes de que la Selección empezara a decepciona­r con su juego y sus resultados en el Mundial.

Para el presidente de la AFA el técnico ya no era el mejor del mundo como había declarado cuando lo contrató el 1° de junio de 2017 ni estaba dispuesto a sostener su palabra, esa que empeñó cuando declaró menos de dos meses atrás: “Banco a Sampaoli aunque Argentina no pase la primera ronda del Mundial. Este proyecto lo tiene que conducir él y su continuida­d está garantizad­a. De mi parte no va a depender de un resultado deportivo en este Mundial”.

Todo cambió. Tapia ya había tomado una decisión antes de que la pelota rodara: Sampaoli no iba a continuar después de la aventura en Rusia. Muchas fueron las razones del divorcio, pero hay un caso clave que desgastó la relación del dirigente con el técnico y del técnico con el plantel: el fallido amistoso en Jerusalen. Sampaoli no respaldó a los jugadores en su negativa a viajar desde Barcelona a Israel ni ayudó a Tapia para convencerl­os de cumplir el contrato.

Es decir, antes de llegar a Bronnitsy la intimidad de la Selección estaba herida de gravedad. Los errores de conducción del DT completaro­n el panorama negativo. El propio Sampaoli también tenía decidido cambiar de aire: contaba con dos ofertas para dirigir en el exterior, una de Chicago Fire de la Mayor League Soccer y otra del Zenit de Rusia. Ambas rondaban los 8 millones de dólares anuales. El plantel no le respondía y el desgaste en la Selección era tremendo: ya le había comentado a Tapia su decisión. Estaban todos de acuerdo.

¿Qué le hizo modificar la postura a Sampaoli? El fracaso de la Selección en el Mundial y el deterioro de su imagen pública lo empujaron a buscar una revancha, y a amarrarse al contrato que lo liga con la AFA hasta Qatar 2022.

Entonces, la cancha se embarra ca- da día más. Tapia no quiere que siga, ya es sabido, pero tampoco le sobra crédito para despedirlo sin costo político en un momento en que lo acosan fantasmas y paranoias varias.

Hay que recordar que el primer acto de gobierno del presidente de la AFA, tras asumir a fines de marzo de 2017, fue despedir a Edgardo Bauza y sacar a Sampaoli del Sevilla. ¿Echar a otro entrenador y salir a buscar reemplazan­te por el que habría que pagar un nuevo peaje? No parece razonable. Y plata no hay, el Mundial prometía mejores ingresos.

Los técnicos que le gustan a Tapia son Mauricio Pochettino (tiene contrato con Tottenham hasta 2023) y Pep Guardiola (su vínculo con Manchester City es hasta 2021).

Aunque las partes siguen dando números diferentes, la cláusula de salida no sería tan escandalos­a como se dijo en algún momento. Según una fuente confiable que pidió hablar por whatsapp por temor a tener el celular pinchado, la AFA debería pagarle algo más de 8 millones de dólares si lo despide ahora o un millón (el que resignó el técnico al salir del Sevilla) si lo hace después de la Copa América del año próximo.

Hasta ahora es la única carta que tiene Sampaoli para resistir. Desde Viamonte se insiste con el operativo desgaste (nada nuevo, lo usaron hace un año con Bauza) buscando forzar, gratis, una renuncia. En ese rubro se inscribe que ahora le facturen gastos en viajes que realizó el cuerpo técnico, algo que se autorizó en su momento pero se condena ahora.

No usarán una vieja táctica (la de Grondona con Maradona, cuando le vetó a Mancuso) que aquí no tiene peso: el cuerpo técnico se desarma solo con las salidas de los ayudantes Sebastián Beccacece, Nicolás Diez, Lionel Scaloni y del entrenador de arqueros Martín Tocalli, con los que además el de Casilda tuvo diferencia­s trascenden­tes.

En cambio, nadie descarta que aparezcan audios, videos o carpetazos de ser necesario. ¿Se puede descartar que Sampaoli siga en el cargo? ¿Lo aceptarían los jugadores?

Para darle musculatur­a a su continuida­d, el entrenador hizo una oferta insólita: dirigir a la Selección Sub 20 en un torneo menor (L’Alcudia, que empieza 13 días después de la final mundialist­a) que debía conducir Beccacece.

El tema de los juveniles no es menor, porque en enero de 2019 Argentina también tiene que participar del Sudamerica­no Sub 20 de Chile, que clasifica para el Mundial de la categoría y funciona además como Preolímpic­o para los Juegos de Tokio 2020. En principio Pablo Aimar y Diego Placente, a cargo del Sub 17, asumirían la responsabi­lidad.

Pero el tsunami de Rusia podría llevarse puestos a más nombres. Jorge Burruchaga, entre ellos. A muchos dirigentes no les gustó lo actuado por el mánager, a quien acusan por lo bajo de filtrar informació­n a los periodista­s. Pero el campeón mundial en 1986 es hombre de Daniel Angelici. ■

 ?? AP ?? Tenemos que hablar. Claudio Tapia y Jorge Sampaoli, protagonis­tas de una novela con final incierto.
AP Tenemos que hablar. Claudio Tapia y Jorge Sampaoli, protagonis­tas de una novela con final incierto.

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